Europa Press. 10/07/2009
Las nuevas excavaciones del dolmen de Montelirio, enclavado sobre una finca de 16.000 metros cuadrados en Castilleja de Guzmán (Sevilla) y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), arrancarán el próximo lunes a cargo de los arqueólogos Álvaro Fernández, Vicente Aycart y José Luis Escacena, quienes gozarán de un presupuesto de 300.000 euros para desentrañar el pasado de este monumento funerario cuyo origen se remonta al menos al periodo comprendido entre los años 2.500 y 2.300 antes de Cristo.
Después de que la intervención arqueológica consumada durante la primavera de 2007 se saldara con el descubrimiento de los restos óseos de 16 personas, 4.000 cuentas de collar y otros restos de ajuar, la nueva campaña de excavaciones arqueológicas comenzará el lunes de la mano de los conocidos arqueólogos Álvaro Fernández, Vicente Aycart y José Luis Escacena, lo que consolida al equipo de expertos que protagonizó la intervención de 2007.
Los trabajos, según informó la Consejería de Cultura, se centrarán en profundizar las excavaciones en las cámaras funerarias y el tramote pasillo existente entre estos espacios y el atrio, ya excavado. Igualmente se pretende completar la localización y excavación de su anillo perimetral, proponiéndose para ello la realización de dos sondeos a modo de zanjas perpendiculares a la cámara, uno con orientación norte y otro oeste.
De este modo, con la localización y delimitación del pasillo y el corte sur de la campaña anterior, se podrá delimitar la forma y planta del Monumento.
La anterior campaña de excavaciones del año 2007, como informó en su momento a Europa Press el arqueólogo Álvaro Fernández, supusieron el descubrimiento de los restos de 16 cuerpos, así como 4.000 cuentas de collar y otros restos de ajuar entre los que figuraban piezas de ambar, lo que inducía a pensar que "puede haber otras inhumaciones" en el túmulo. Los cadáveres, según el examen científico al que fueron sometidos, databan inicialmente entre 2.500 y 2.300 años antes de Cristo.
1 comentario:
¿En esas 4.000 cuentas de collar, se consideran las que se llevaban pegadas en el barro de los zapatos los trabajadores y visitantes?
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