El Correo de Andalucía. 24/08/2009. Antonio Morente
El Metro no tendrá problemas para ser subterráneo por la Ronda Histórica, al menos desde el punto de vista arqueológico. Así lo asegura el responsable de los trabajos arqueológicos de la línea 3, Fernando Amores, que anuncia catas en el entorno de las puertas de Córdoba y Carmona.
La tradición popular asegura que si se hace un agujero en el Centro de Sevilla surgirán inevitablemente los restos arqueológicos, así que la línea 3, que atraviesa la Ronda Histórica de cabo a rabo, está poco menos que condenada a ello. Pues resulta que no, hasta el punto de que no es previsible que en esta parte del subsuelo de la ciudad se vayan a encontrar vestigios de gran valor. Es decir, que si el Metro no es subterráneo por la Ronda será por una decisión técnica o política, nunca arqueológica.
Así lo adelanta el coordinador de los trabajos arqueológicos de la línea 3, Fernando Amores, quien da por hecho que en todo esta parte del trazado de la línea 2 no surgirán restos de un calibre tal que desaconsejen hacerlo subterráneo. “Las posibilidades son escasas, y si sale algo será muy residual”, apostilla.
zona muy machacada. La razón es sencilla:primero, todo este entorno está bastante bien estudiado y no se esperan grandes sorpresas y, segundo, hablamos de una parte de la ciudad “muy castigada”. ¿La causa? Pues que es un sector que estaba al pie de la muralla, que siempre se allanaba para no dar facilidades a un hipotético atacante, una muralla por cierto que después fue arrancada piedra a piedra por los sevillanos para reaprovechar estos materiales. “Todo está muy arrasado”, reitera Amores.
Así las cosas, la decisión de si el Metro es subterráneo o no por este punto será básicamente técnica, determinada sobre todo por las condiciones del suelo y la profundidad a la que se quiere ir. El punto de partida político es que este trazado sea subterráneo, que es la opción que el Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa pero siempre a expensas de lo que determinen los expertos. Antes de que se tome esta decisión, el primer paso se va a dar en forma de catas arqueológicas aprovechando los sondeos geotécnicos. Los primeros permisos ya se han pedido para investigar en la propia Ronda Histórica, cerca de la Puerta de Córdoba, y en la Puerta de Carmona.
El objetivo de los trabajos en estos dos puntos es “despejar dudas muy concretas”, porque de partida “ya se sabe lo que hay”. En el caso concreto del entorno de la Puerta de Córdoba se quiere ver si queda algo de una villa romana de la que, hace años, afloró un pequeño mosaico. Pero Amores insiste: “No es previsible que haya nada de envergadura”.
En la Puerta de Carmona se evaluará el estado de los apoyos de los Caños de Carmona. “Se asientan sobre pilares y hay que ver cómo están y a qué profundidad para integrarlos en el proyecto” constructivo de la línea 3.
De cara a esta futura obra, Amores cree que lo único que puede dar la cara a lo largo de la Ronda es alguna que otra necrópolis, fundamentalmente romana. De darse el caso, “se excava y ya está, como ya se hizo en el Prado de San Sebastián”, y es que desde un punto de vista arqueológico lo que se busca es información.
Aunque aún está por determinar, la idea es que las catas se acometan durante el próximo mes de octubre. Serán trabajos rápidos, cuestión de “abrir y cerrar”, aunque ya se avisa que tendrán su afección en el tráfico en dos puntos con una considerable circulación.
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