La licencia para adjudicar el proyecto depende solo del informe de la jefatura territorial de Medio Ambiente
La Voz de Galicia. 30/10/2009. Cristina Viu
El proyecto para la recuperación del dolmen de Dombate se encuentra actualmente en la última fase de la tramitación administrativa. La concesión de la licencia por parte del Concello de Cabana depende únicamente del informe favorable de la jefatura territorial de Medio Ambiente, una vez que la próxima semana concluya el período de exposición al público.
Después de que la Diputación obtenga la necesaria autorización municipal se procederá a licitar la obra, lo que probablemente ocurrirá a finales de noviembre.
También el próximo mes se reanudarán los trabajos de excavación de la superficie que ocupará el edificio de acceso. Para la próxima semana está prevista la firma del contrato de ampliación de estas labores que son previas a la construcción del pabellón y del centro de interpretación y recepción de visitantes.
La empresa del técnico Manuel Lestón volverá a encargarse de esta labor. En esta ocasión se levantarán 347 metros cuadrados. El local tiene 344 metros, pero en los sondeos realizados previamente ya se levantaron 96 metros.
Zanja
Una de las consecuencias directas de las excavaciones es el desplazamiento de la ubicación prevista inicialmente para el edificio de entrada, que se levantará 3,60 metros más al sur.
El problema es que según los planos iniciales, la zanja descubierta durante los sondeos, que se considera parte del foso defensivo de un poblado, coincidía justo en la esquina de la construcción. Con el nuevo emplazamiento quedará dentro. Por el momento se desconoce qué solución se dará a este elemento, puesto que ello dependerá de la musealización.
Según explicó el arqueólogo Manuel Lestón, una de las posibilidades es tapar la zanja con una planta de metraquilato para utilizarla como recurso didáctico o educativo. También es posible que, simplemente se decida no mostrar el foso. En ese caso se opta por fotografiar y documentar el hallazgo con todo tipo de detalles, se cubre con una tela especial y posteriormente con arena y tierra.
Con este sistema, en una futura excavación es muy fácil recuperar la parte ya analizada e incluso recuperarla sin demasiados problemas.
Una carpa tendrá que cubrir cada una de las zonas de trabajo
El hecho de que la mayor parte de la excavación se realice durante el invierno complicará las cosas. Uno de los problemas es que los días con cada vez más cortos, por lo que las jornadas serán reducidas por la falta de luz.
Otra cuestión es que es más que previsible que llueva abundantemente, por lo que será preciso utilizar una carpa. Manuel Lestón explicó que se usará una carpa de 10 metros cuadrados. Cuando el tiempo lo permita se trabajará fuera y, en el caso de que no lo haga, las faenas se efectuarán a cubierto. Además, la instalación se irá trasladando a medida que se vayan moviendo los arqueólogos.
El primer trabajo que acometerá la empresa será la limpieza del dolmen, que ya vuelve a tener vegetación, aunque Manuel Lestón considera que solo será preciso un día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario