ADN. 08/12/2009. Nacho Morán
Yacimientos arqueológicos de más de 5.000 años de antigüedad, con una extensión de varios campos de fútbol y con un uso que, hoy por hoy, es un enigma. Son los llamados recintos de fosos, en uno de los cuales, localizado en Portugal, trabaja un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA).
Una de las peculiaridades de estos yacimientos, delimitados sólo por fosos excavados en el terreno, es que, una vez utilizados, volvían a ser tapados, explica a Efe el profesor de la Universidad malagueña que dirige el grupo investigador, Jose Enrique Márquez.
Sobre la función de estos yacimientos, ha señalado que hay líneas de investigación que le atribuyen a estos fosos un uso defensivo, aunque él se decanta más por "un uso monumental".
Dicho de otro modo, podría tratarse de yacimientos que, por el lugar donde se ubican, tendrían un significado especial para la comunidad, circunstancia que llevaba al grupo a visitarlo una y otra vez.
Esto es lo que, al parecer, habría ocurrido en el caso del recinto de fosos donde trabaja este grupo, en la región del Alentejo -denominado yacimiento de Perdigones, en Reguengos de Monsaraz-, que podría haber sido excavado y tapado hasta en once ocasiones durante casi mil años.
El motivo por el que después eran tapados podría significar la "desactivación social" del monumento por los grupos que abandonan el recinto, eliminándolo intencionadamente del paisaje, tras lo cual nadie podría gestionar en beneficio propio "los resortes sociales que se legitiman en un lugar de tal naturaleza", explica.
El hecho de que en Europa haya cerca de 3.500 yacimientos de este tipo, sin que se conozca a ciencia cierta el uso que se les daba, ha hecho a la comunidad científica plantearse muchas cuestiones sobre el periodo de la prehistoria más reciente, de la que ya se daban muchas cosas por sentadas.
Junto a un equipo de arqueólogos portugueses, dirigidos por el investigador Antonio Carlos Varela, el grupo de la UMA está excavando en este yacimiento, en cuyos fosos colmatados se han encontrado todo tipo de objetos, tales como cerámicas, restos humanos o mandíbulas de cerdo partidas.
Todo ello les ha llevado a concluir que ese foso tiene una antigüedad de entre 4.000 y 3.500 años antes de Cristo, ha indicado Márquez.
No obstante, hasta que no concluyan otras dos campañas de excavación, además de la que se ha llevado a cabo el pasado verano, y se sometan a la prueba del carbono 14 los objetos que encuentren, Márquez prefiere no precisar con exactitud la antigüedad del yacimiento.
Está previsto que en febrero el equipo hispanoluso presente sus primeras conclusiones en Lisboa y en Málaga.
Hasta entonces, el grupo que dirige Varela se está encargando de excavar en el centro del yacimiento, de dieciséis hectáreas de superficie, y los arqueólogos de la UMA se han centrado en la periferia, lo que permitirá, una vez concluido el trabajo, calcular el margen de tiempo en el que el recinto de fosos fue utilizado.
Cuando terminen con este yacimiento, para el que el grupo de la UMA ha recibido una subvención de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, la intención es plantear otros proyectos en zonas similares del suroeste peninsular.
"Estamos hablando de yacimientos que se han configurado como uno de los retos más grandes aún por resolver de la prehistoria, que han generado mucho debate y que plantean distintos modelos históricos de un periodo que ya se daba por conocido", concluye el investigador.
1 comentario:
a mi me parece muy bien que se excave todo esto, que vayan a portugal a excavar o a siria, pero ¿que jamás la junta no excave en valencina con un programa de intervenciones? todo es puñetera ignorancia
Publicar un comentario