Alberga unas 40 pinturas de hace 5.000 años de excepcional calidad, bicromas y en muy buen estado de conservación
La Verdad. 31/12/2009. Pepa García
El patrimonio histórico-artístico de la Región ha crecido muchos enteros. Hace poco más de un mes -el 21 de noviembre- que el arqueólogo Antonio Javier Medina descubrió un nuevo abrigo «de dimensiones reducidas y con unos 40 dibujos de estilo esquemático y simbólico», mientras trabajaba en la actualización de la Carta Arqueológica de la Región encargada a Arqueoweb por la Dirección General Bellas Artes. «Un abrigo rupestre de 10 metros cuadrados, uno de los más excepcionales, sugerentes e interesantes del Arco Mediterráneo. Desde su descubrimiento es Bien de Interés Cultural -está incluido en el conjunto del arte rupestre del Arco Mediterráneo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO-», anunció ayer el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz. Siguiendo la ley, Antonio Javier Medina dio aviso inmediato al Servicio de Patrimonio, a través de Miguel San Nicolás, director del Centro de Arte Rupestre Casa de Cristo, en Moratalla. «Nada hacía presagiar que ese abrigo estaba en ese paraje del término municipal de Jumilla. Y la sorpresa fue inmensa cuando observamos no sólo motivos excepcionales, como esos puntos concéntricos con carácter simbólico y unas cruces, probablemente antropomorfos; sino que las pinturas eran bicromas -de dos colores, rojo y negro- algo realmente extraño en el Arco Mediterráneo», explicó Miguel San Nicolás, para quien la única referencia conocida se encuentra en Valencia y que asegura que «cabe la posibilidad de que pueda haber algunos abrigos más en la zona».
A este respecto, el descubridor del Abrigo Riquelme opina que esta estación rupestre podría estar ligada a los más de cinco poblados, del Calcolítico y de la Edad del Bronce, así como a lo que parecen monumentos megalíticos, que se encuentran en un radio de varios kilómetros. «Aunque esto, de momento, es aventurar, porque hay que realizar un estudio minucioso que no estará acabado antes de un año», advierte Antonio Javier Medina.
De momento, Cultura trabaja en la documentación de la cueva, para lo que los calcos tradicionales y las fotografías no han resultado efectivas: «Las pinturas no están todas en un plano frontal», explica San Nicolás, por lo que «hemos establecido contacto con un gran centro de investigación topográfica que va a hacer el levantamiento en láser 3D, con una gran precisión -sólo tiene un milímetro de desviación-, para crear un modelo virtual que permite navegar por el interior del abrigo y ver las pinturas de una manera muy precisa», aclara el responsable del Centro de Arte Rupestre de la Región.
Asimismo, San Nicolás explicó que el buen estado de conservación de algunos de los motivos del abrigo rupestre se debe a que era muy poco frecuentado y que, al ser tan pequeño, nunca se ha utilizado para albergar ganado ni nada por el estilo. Eso sí, matizó, «de medio metro para abajo, las paredes de roca se han descamado casi por completo por la acción del viento y los cambios bruscos de temperatura». Por este motivo, los investigadores confían en que, con metodología arqueológica, se podrán recuperar muchas más pinturas, que hoy están caídas sobre el suelo de la cueva.
Todo por descubrir
«La primera labor es la documentación exhaustiva, luego viene lo demás», aclara en pocas palabras Miguel San Nicolás, que advierte de que este anuncio es sólo un primer avance informativo a la sociedad, como aconseja la Unesco. Después vendrá su estudio detallado, su acondicionamiento para protegerlo, tomar la decisión de si será o no visitable y su publicitación.
De momento, adelanta Miguel San Nicolás, «se supone que nosotros, por ser expertos, tenemos que saber lo que significan los dibujos, que son motivos muy extraños, pero no tenemos ni idea», aseguró con sinceridad. Por eso mismo, «estos días estamos recibiendo la visita de especialistas de todo el territorio nacional para ver las pinturas y poder contrastar opiniones».
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