Sigue la recuperación de enterramientos de la zona de la Necrópolis
ABC. 19/07/2010. Alberto Mellado
Tras la intervención en la Cueva del Vaquero, ahora llega el turno del Mausoleo Circular, una tumba de época romana, y del Tholos de las Canteras, un enterramiento calcolítico que puede fecharse alrededor del III mileno a.d.C. Las restauraciones, cuyos proyectos están ya redactados, suponen, por primera vez, una continuidad en las actuaciones en la zona de Gandul y por tanto un cambio de mentalidad sobre la zona por parte de las administraciones, que hasta hace poco no contemplaban la realización de un plan de intervención constante en el tiempo para ir recuperando los elementos patrimoniales más visibles y por ello con mayor riesgo de deterioro. Al menos es algo, mientras arqueólogos y amantes de la historia siguen soñando con un programa de excavaciones que saque a la luz la tremenda riqueza de una zona en la que existen tumbas, villas romanas e incluso toda una ciudad poblada desde época primitiva hasta el Bajo Imperio, y que aún está por excavar.
El Mausoleo Circular es el elemento más visible de la Necrópolis, ya que es el único que tiene un importante desarrollo en altura. Se trata de una tumba circular de época romana levantada con sillares de piedra y que en unas excavaciones de 1982 se dató en el primer siglo d.C, gracias sobre todo a que se pudieron recuperar dos urnas de incineración. Bajo el suelo se desarrolla una cripta donde estaban las hornacinas en las que se depositaban las cenizas de los difuntos. Su monumentalidad da idea de la importancia que adquirió Gandul en época romana. Si bien en origen su alzado tendría forma de torre circular, hasta nuestros días ha llegado sólo parte de la cripta y su bóveda, así como las primeras hiladas de sillares. Sin embargo, una intervención llevada a cabo en 1985 reconstruyó parte de sus muros, usando los mismos métodos constructivos. Sobre los sillares originales se colocaron varias hileras a distintas alturas, que permiten dejar visible el interior.
El proyecto de recuperación que ahora se acometerá consiste en la consolidación de los restos arqueológicos y la limpieza de los mismos, muy castigados por el vandalismo. Se trabajará sobre todo en la revisión de las soluciones constructivas adoptadas en 1985. El segundo monumento que será objeto de actuación es el Tholos de las Canteras. En este caso se trata de un enterramiento fechado en el III milenio a.d.C. y que fue descubierto y excavado en 1985. Aunque ha perdido la cubierta superior, aún es visible su cámara circular de unos dos metros de diámetro y varias tumbas añadidas que podrían ser posteriores a la construcción primigenia.
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