El profesor Francisco José García repasó la vida en un pueblo turdetano.
29/07/2011. El Correo.
Poco se sabe sobre el poblado turdetano, sólo lo que algunas fuentes literarias aseguran sobre ellos. Su visión está condicionada por la herencia de los Tartessos, que los precedieron en el tiempo, y por las culturas orientales que marcaron su forma de ser y comportarse. Un modelo de sociedad en la que lo rural se alzó como una forma de vida complementaria a la urbana.
De este modo retrató Francisco José García, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, el modo de vida de un poblado turdetano, dentro del curso Arqueología entre líneas, organizado por la Pablo de Olavide. Aunque eso sí, reconoció que "no eran una etnia, sino el conjunto de poblaciones que formaban una región". Tampoco tenían fronteras físicas, "eran complicadas de establecer". En sus tierras convivían turdetanos, celtas o íberos que "se mezclaban en las ciudades". Un hecho que daba lugar a la configuración de "zonas con predominios culturales o políticos" en lugar de fronteras.
En su conjunto, se trataba de una sociedad "con muchas ciudades pero no muy urbanizada", donde sus habitantes vivían eminentemente en las zonas rurales. Esto creó costumbres como "el calendario cíclico", con dos épocas en el año: la de primavera-verano y la de otoño-invierno. En la primera se procedía a la cosecha de cereales y leguminosas, al traslado del ganado a zonas altas, a la caza y pesca, y a la reparación de viviendas. Para la época invernal, se dejaba la preparación del grano, la recolección de la aceituna y la uva, así como al aumento de la actividad artesanal vinculada al hogar.
De este modo se diferenciaba la vida en campo con la de las ciudades, puramente administrativa. La concepción rural de los turdetanos se sustentaba en un paisaje agrario construido sobre "una base de bosque mediterráneo" donde "se combinaba olivo, vid, frutas y cereales", explicó. Así, el cereal se alzó como su principal cultivo, utilizando para su recolección "herramientas de corte conservador". En cuanto al resto de la alimentación, la ganadería vacuna fue perdiendo poco a poco peso frente al cerdo y la oveja, "menos exigentes" a la hora de mantenerlos. La caza y la pesca eran otras realidades alternativas, aunque en menor medida. La proximidad del mar convirtió a la industria pesquera en uno de los principales recursos que manejaban los turdetanos.
Junto a ello, la ciudad con su elemento defensivo y diferenciador de las murallas era el otro gran centro poblacional. El profesor insistió en que las escasas excavaciones realizadas al respecto han arrojado un modelo urbano "sin palacios o espacios religiosos", aunque indicó que "se supone que debieron existir para el gobierno de las ciudades".
No hay comentarios:
Publicar un comentario