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ENTREVISTA “Gozamos de los mayores dólmenes del mundo de magia poderosa”

03/12/2017. Andalucía Información.

“Vi aquella tarde la mariposa amarilla entre las buganvillas en flor y pensé en la muerte. Su vuelo sutil me hizo recordar una de las supersticiones de mi abuela: Niña, si ves una mariposa amarilla revolotear a tu vera, reza para que el difunto no sea de los tuyos porque alguien, en breve, va a engrosar el reino de los muertos”. Así comienza la nueva novela de Manuel Pimentel, hombre polifacético, editor y escritor a partes iguales que vuelve al panorama literario con una obra que tiene un título contundente, Dolmen (Almuzara). Una novela que arranca en el dolmen aljarafeño de la Pastora con un cruento asesinato y que además de una apasionante historia nos descubre el gran patrimonio megalítico que el sur de la península ibérica alberga y que apenas conocemos.

Hace más de seis mil años comenzamos a erigir dólmenes, unas construcciones colosales que aún nos sorprenden en la actualidad. Los dólmenes siempre estuvieron ahí, poderosos y pacientes, orillados por la ciencia, despreciados por el siglo de las tecnologías y desconocidos por la mayor parte de la población. Pero, tras un crimen terrorífico perpetrado mediante un rito prehistórico en una hacienda del Aljarafe sevillano, una extraña rueda litúrgica comienza a girar fatalmente. Artafi Mendoza, arqueóloga, pronto comprende que la policía, con las técnicas del XXI, nunca podrá adentrarse en la mente mágica de la prehistoria, por lo que tendrá que desvelar, por ella misma, el misterioso secreto que se oculta bajo los crímenes megalíticos. Porque, desde siempre, el dolmen más poderoso fue, es y será, el que habita en nosotros mismos.

Más allá de su espléndida arquitectura, los dólmenes se enclavan en lugares de fuerza, que unen a la Humanidad con la Tierra y con los Cielos. Por eso irradian una extraña energía que, hoy en día, las almas sensibles comienzan a percibir. Quizás, por esa razón, alguien desea que el dolmen regrese hasta nosotros.

El viernes 1 de diciembre presentó su obra a pocos metros del impresionante triángulo de los dólmenes de la Pastora, Matarrubilla y Ontiveros. Abarrotó la sala del teatro Federico García Lorca de Castilleja de Guzmán con un público ávido de escucharle disertar sobre su obra y la magia de los dólmenes.

Hablamos con él justo cuando llega a la librería la tercera edición tras agotarse las dos primeras en menos de un mes.

¿Por qué ha querido ambientar este thriller en un ambiente megalítico? ¿Es un espacio literario agradecido?

–El mundo megalítico es el gran desconocido. Si unimos el asombro que nos produce su arquitectura colosal, con el misterio que nos evoca y encima descubrimos que muchos monumentos andaluces se asientan sobre dólmenes, la atracción de la novela está servida.

La magia del mundo de los dólmenes rodea a la historia abrazando incluso a los personajes en la actualidad. ¿Le ha pasado lo mismo mientras se documentaba para escribir?

–Mi documentación, aparte de libros leídos ha sido, sobre todo, entrevistas con arqueólogos y visitas a multitud de dólmenes de toda España, sobre todo de Andalucía. En muchos de ellos se percibe un fuerte halo espiritual, al estar sobre puntos de fuerza. En Andalucía gozamos de los mayores dólmenes del mundo de magia poderosa.

Artafi, la protagonista de su novela, es una arqueóloga que refleja la complicada situación laboral de sus colegas actualmente. Usted dirige un programa televisivo llamado Arqueomanía y sabemos que es su gran pasión. ¿Cree que la Arqueología es la “hermana pobre” en España?

–La arqueología es una profesión apasionante y vocacional. Desgraciadamente invertimos poco en investigación arqueológica, por lo que en estos años de crisis los jóvenes arqueólogos no lo han pasado bien. Tenemos un enorme patrimonio arqueológico, deberíamos estudiarlo y conocerlo mucho mejor.

La novela se ha agotado a los pocos días de su llegada a las librerías y hoy ya va por su tercera edición, al igual que en obras anteriores. ¿Cuál es el secreto?

–Contar las historias que se llevan dentro. El escritor debe escribir para él. Después los lectores llegan o no, en función de muchas circunstancias. Creo que en este caso, la novela también está gustando por la sorpresa que produce el mundo de los dólmenes, tan cercano como misterioso y apasionante.

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