12/10/2019. La Vanguardia.
El diario Die Welt, uno de los principales periódicos de Alemania, ha publicado recientemente en su edición dominical (Welt am Sonntag) un reportaje sobre las "piedras sumergidas" del crómlech de Guadalperal, enclavado en Peraleda de la Mata (Cáceres) y emergido a cuenta de los desembalses de agua en el pantano que lo cubría, prestando además atención al "ostentoso" dolmen de Montelirio, ubicado en Castilleja de Guzmán (Sevilla) como legado del gran asentamiento humano que, con mayor o menor periodicidad, poblaba la cornisa aljarafeña durante la Edad del Cobre. El reportaje, titulado "El misterio de las piedras sumergidas", fue publicado el domingo 15 de septiembre y arranca mencionando los "titulares" acaparados por el enclave megalítico de Guadalperal, conformado por 140 monolitos colocados hace más de 4.000 años en lo que actualmente constituye el embalse de Valdecañas, en el municipio cacereño de Peraleda de la Mata. Y es que el conjunto de monolitos, estudiado entre 1925 y 1927 por el prehistoriador alemán Hugo Obermaier, quedó cubierto por las aguas en 1963 al ser construido el pantano pero ahora ha emergido en su totalidad como consecuencia de la pertinaz sequía y las operaciones de desembalse. El reportaje de Die Welt, recogido por Europa Press, describe la alineación y disposición de las "piedras sumergidas" de Guadalperal y menciona la "enorme piedra estilizada a la entrada" del espacio principal del conjunto de monolitos, planteando la interrogante de si este crómlech "se trata del Stonehenge español como sospechan entusiasmados los lugareños", en referencia al mundialmente famoso recinto megalítico del condado de Wiltshire (Reino Unido). Aunque según se avisa en el reportaje el conjunto megalítico de Guadalperal "apenas tiene en común con el de Inglaterra su edad", en el plano científico "podría aportar indicios sobre por qué los seres humanos de hace entre 7.000 y 4.000 años erigieron estos monumentos (megalíticos) en diferentes lugares de Europa". HASTA 35.000 MEGALITOS EN EUROPA A tal efecto, en esta pieza de Welt am Sonntag se recuerda que Europa atesora unos "35.000 megalitos" construidos en su mayoría entre los años 4.500 y 2.500 antes de la era actual y también es posible localizar construcciones de este tipo en el norte de África y Oriente Próximo. Precisando que el conjunto megalítico de Guadalperal puede tener "una antigüedad de hasta 5.000 años, aproximadamente igual a la de Stonehenge", aunque habría sido "un lugar de enterramientos" dados los "restos humanos" descubiertos en el enclave, el reportaje incluye declaraciones del catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán, según el cual "hasta el momento no se había emprendido ningún proyecto de investigación integral basado en técnicas científicas modernas para analizar este interesante monumento" megalítico ahora accesible gracias al desecado del embalse de Valdecañas. En paralelo, el reportaje recoge los planteamientos de la arqueóloga de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) Bettina Schulz Paulsson, acerca de "qué implicación tiene que tales construcciones milenarias aparezcan en muchos sitios diferentes", si hubo "una cultura megalítica original que se fue extendiendo poco a poco" o si, por el contrario, "se desarrollaron múltiples culturas megalíticas independientes unas de otras". Tras datar la cronología "exacta" de 2.400 muestras de tumbas megalíticas a través del método del radiocarbono, esta investigadora sostiene que "los megalitos más antiguos de Europa, de unos 6.500 años, se encuentran en el noroeste de lo que hoy es Francia". Así, mientras Schulz Paulsson expone que la cultura megalítica se habría "expandido desde la Bretaña, incluso cruzando el mar", el reportaje recuerda cómo los científicos han descubierto que en la Prehistoria "ya había muchas relaciones comerciales, como atestiguan los hallazgos de materias primas como el marfil en diferentes lugares, por lo que la práctica de levantar monumentos en piedra seguramente se extendió de la misma manera". EL DOLMEN DE MONTELIRIO Partiendo de la idea de que el megalistismo habría desembarcado en la Península Ibérica fruto de los intercambios comerciales entre las culturas de aquella era, el reportaje da cuenta del caso del "ostentoso" dolmen de Montelirio, encuadrado en el asentamiento que durante la Edad del Cobre habría ocupado el territorio que actualmente conforman Castilleja de Guzmán y Valencina de la Concepción. Con una extensión de unas 450 hectáreas, se trataría del "mayor asentamiento de la Edad del Cobre en toda la Península Ibérica" y uno de los mayores de Europa occidental en lo que a la Prehistoria tardía se refiere, según un estudio publicado en la revista científica Journal of World Prehistory y recogido por Europa Press. En ese sentido, este reportaje de Welt am Sonntag recuerda que el tholos de Montelirio y su entorno han sido escenario del hallazgo de "valiosos objetos elaborados con materiales procedentes de lugares lejanos como cristal de roca, huevos de avestruz, cinabrio, oro, sílex y ámbar", tras lo cual este periódico alemán se hace nuevamente eco de palabras de Leonardo García Sanjuán, según el cual Montelirio ha propiciado hallazgos arqueológicos que "arrojan nueva luz sobre la relación entre Europa y el Mediterráneo a finales del Neolítico y comienzos de la Edad del Cobre". Como argumenta este catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, "la abundancia de objetos suntuosos exquisitamente elaborados con materiales exóticos muestra que las personas, los bienes y la información se intercambiaban de un lado a otro entre la Península Ibérica, el norte de África y el Mediterráneo". A partir de ahí, el reportaje contrasta el carácter "nómada" inicialmente asociado a la antigua cultura promotora del recinto megalítico de Guadalperal, con sus "sedentarios vecinos del sur, que practicaban la agricultura", dando cuenta de que desde 2013, el profesor de Prehistoria de la Universidad de Tübingen (Alemania) Martin Bartelheim ha desarrollado proyectos de investigación tanto en el bajo valle del Guadalquivir, donde ha liderado la excavación del recinto de fosos de la Loma del Real Tesoro, como en Azután, "a pocos kilómetros" del complejo de monolitos del embalse de Valdecañas. En ese sentido, esta publicación recoge la opinión de Bartelheim respecto a que los habitantes del antiguo enclave prehistórico de Azután "no vivían verdaderamente como nómadas", sino que trasladaban de lugar sus ganados y rebaños en función de las estaciones del año. LA FUNCIÓN DE GUADALPERAL "Las evidencias reunidas por los científicos en Azután sugieren que el modo de vida de sus pobladores era similar al de quienes vivían más al sur", resume el reportaje, exponiendo que el recinto de Guadalperal "pudo haber servido como lugar de enterramiento para esta colonia u otra vecina" y dando cuenta del debate suscitado sobre si conservar los monolitos en su lugar original y permitir que el embalse los cubra de nuevo o trasladarlos a "un lugar seco" como recurso cultural y turístico para la zona. Señalando el aviso de los arqueólogos respecto a que reubicar el crómlech "salvaría las piedras" pero "el subsuelo con todos sus sedimentos quedaría irremediablemente perdido para la investigación", este reportaje de Welt am Sonntag concluye con la idea de que "si se mantuviera seco el embalse, los últimos misterios de Guadalperal quizá pudiesen ser desvelados".
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