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El hallazgo megalítico de Huelva: la oportunidad perdida de convertirse en el 'Stonehenge español'

La investigadora del yacimiento, Primitiva Bueno-Ramírez, afirma que esta concentración prehistórica recientemente descubierta se podrá visitar "en el largo plazo" e insiste en que el monumento británico Stonehenge "se llevó la fama", puesto que en Huelva hay dólmenes más antiguos. 

17/08/2022. Cadena Ser

Aguacate parece, oro es. Los primeros colonizadores que volvieron de América jamás imaginarían que, aquellas “peras de Las Indias” que traían en sus barcos, cobrarían tanta popularidad. Tampoco que su precio llegara a rondar los cinco euros por kilogramo. Y mucho menos que bajo una plantación de aguacates de Huelva estuviera oculto el yacimiento megalítico más importante de España.

Entre Ayamonte y Villablanca se encuentra La Torre-La Janera, una finca de 600 hectáreas. Dentro de la explotación hay tres recintos megalíticos, entre dos crómlech (círculos de piedra similares a los de Stonehenge), 526 menhires y otros agrupamientos de dólmenes. Un conjunto de grandes piedras “único” que rondaría los 3000 años de antigüedad.

Primitiva Bueno-Ramírez, una de las investigadoras de este proyecto, apunta que es “una concentración muy significativa, de las más importantes de la península ibérica”. De hecho, no es un hallazgo aislado, en la provincia de Huelva existe una “población megalítica importantísima”. “Hay otros indicios de megalitos como el dolmen de Soto de Trigueros o los dólmenes de El Pozuelo”, señala.

Según la también catedrática de prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares, la suerte de este hallazgo es “el buen nivel de conservación de las estructuras”. “Abre la oportunidad de estudiarlo de manera ordenada y de darlo a conocer”, matiza Bueno-Ramírez.

Sobre la posibilidad de que el yacimiento sea el “Stonehenge español”, la investigadora lo tiene claro. “Stonehenge se llevó la fama, es la imagen que tenemos en Europa, pero en Évora (Portugal) hay círculos megalíticos bien conservados y también en Huelva”, donde hay dólmenes más antiguos. Ese símil recurrente, según la catedrática, puede deberse a que “en España hemos pecado de no divulgar el enorme patrimonio megalítico que tenemos”.

Interconexión con otros yacimientos europeos

“Los seres humanos siempre nos necesitamos” explica antes de comentar que hace más de 3000 años ya existían conexiones y comunicación entre pueblos europeos. “Algunos enterramientos de Francia tienen elementos de variscita de Huelva”. Esto podría explicar la propagación de recintos megalíticos similares a lo largo de todo el continente.

El hallazgo no ha sido fortuito, ya que la Junta de Andalucía había señalado el lugar como zona de potencial interés arqueológico. “Cuando cambia la dedicación de la finca, los dueños de la propiedad hacen un informe arqueológico previo con la Junta, y cuando se valoran los hallazgos se inicia un proyecto más potente”, explica. Una labor en la que han colaborado “desde el CSIC hasta universidad inglesas y francesas”.

Desde un calendario solar hasta un lugar de enterramiento

En cuanto a la función social del yacimiento, Bueno-Ramírez pide paciencia, ya que “hay que trabajar en ello”. Si bien es cierto que en la arqueología se “parte de unos principios o propuestas que hemos de demostrar”. Por ejemplo, en el caso de Stonehenge, recientemente unos investigadores han propuesto que se trataría de “un calendario solar para marcar los ciclos vitales”. “Pero nosotros tenemos que ser prudentes e ir viendo los resultados de la excavación”.

Aunque se desconozca su utilidad, la investigadora admira este tipo de descubrimientos ya que demuestra “una finalidad en la que todos están de acuerdo”. Esa “gran cohesión social” se contempla en los dólmenes, donde “se destacan los lugares de enterramientos. En cuanto a los alineamientos y crómlech, que faltan por investigar, apunta que “representan elementos culturales de gran potencia y diacronía”, puesto que han perdurado hasta 2000 años.

Apertura al público

Pese a la prudencia, Bueno-Ramírez se muestra “optimista” ante unas posibles inscripciones o decoración: “Cuando tengamos los datos más desarrollados esperamos mostrar algunas cosas”. Y es que la divulgación es la mejor parte de su trabajo. “la respuesta es una maravilla, a todo el mundo le gusta conocer el pasado del lugar donde vive”.

Sobre la apertura al público, se contempla en un futuro no tan cercano. “La arqueología ofrece yacimientos a largo plazo, como en Atapuerca, en el que se ha trabajado durante muchos años, nosotros estamos empezando”. A esto se suma que es una ubicación privada, aunque “los propietarios tengan buena predisposición”. “Ellos tienen un negocio, pero lo han hecho bien y son conscientes del valor”.

Precisamente, por esa tarea divulgativa siente “responsabilidad e ilusión”. “Nos mueve la curiosidad, pero también el hacer las cosas bien, responder a quienes quieren saber qué hay, cómo se puede mantener, enseñar e incluso vivir de ello con dignidad”. Por último lanza un mensaje: “No nos queda otra que compatibilizar pasado y presente, lo contrario sería ideal”.


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