Nuevos trabajos de espeleología
El Correo de Andalucía. 29/08/2009. María José Casal
La sociedad espeleológica GEOS trabaja desde hace nueve años en descubrir los ocho kilómetros de galerías subterráneas que recorren toda la ciudad. Tras renovar el convenio firmado con el Ayuntamiento, le toca adentrarse en las zonas de más difícil acceso: las que se encuentra en pleno centro.
Como Julio Verne, estos espeleólogos harán su particular viaje en las profundidades del casco histórico alcalareño. Y es que bajo las calles más céntricas de la ciudad discurre todo un entramado de galerías subterráneas que datan de la época romana y que antaño se utilizaban para transportar el agua desde este municipio hasta Sevilla a través de los llamados Caños de Carmona.
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra lleva años trabajando para recuperar este monumento subterráneo. Por ello, hace unos días ha aprobado en Junta de Gobierno Local la renovación del convenio de colaboración con la Sociedad de Espeleología GEOS, que lleva desde el año 2001 desarrollando un exhaustivo trabajo en torno a este laberinto de galerías subterráneas y que se centra en especial en su investigación y su protección.
Los espeleólogos trabajan en estos momentos en las zonas más complejas, donde se han topado con los mayores impedimentos. Y es que muchos de esos tramos se encuentran inundados. “Queremos sacar el agua para poder realizar las exploraciones". explica Genaro Álvarez, presidente de Geos. En esta fase, deberán utilizar los huecos que hay a 14 metros en la superficie, llamados lumbreras pues, desde abajo, la extracción sería muy peligrosa.
Estos arqueólogos, que trabajan gracias a una subvención de 5.000 euros que les pasa anualmente el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, tienen que recorrer muchos de estos tramos a gatas debido a la estrechez y a las grandes cantidades de agua que se concentran en algunas cavidades. De hecho, por algunos de los pasadizos sólo cuentan con unos 50 centímetros de espacio para pasar, aunque también explican que hay otras zonas que alcanzan los tres metros de altura.
El Consistorio alcalareño ha solicitado ante la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía que el acueducto sea considerado Bien de Interés Cultural (BIC), e incluso, que se reconozca como elemento de importancia natural, por tratarse de estructuras excavadas en la roca. Además, la concejalía de Patrimonio ha intervenido en la gestión urbanística de la ciudad para evitar que ésta afecte a las galerías como es el caso de las obras del Metro.
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