La decisiónabre una fractura en su relación con la Junta, que insiste en que el lugar del tesoro es el Museo Arqueológico y éste reúne, en sus salas temporales, las condiciones de seguridad exigibles.
El Correo. 02/10/2009. Felipe Villegas
Un tesoro como la copa de un pino como objeto de feo mercadeo entre administraciones, además, del mismo partido. La inauguración, ayer, de la muestra conmemorativa de los 50 años del hallazgo del Tesoro del Carambolo sirvió para abrir la polémica. El Consistorio, su dueño, dice que lo rescatará en enero para lucirlo en la Casa Grande.
El 10 de enero, en cuanto las puertas del Museo Arqueológico de Sevilla echen el cierre a la exposición ayer inaugurada -titulada El carambolo. 50 años de un tesoro-, o a lo más tardar el día 11, técnicos del Ayuntamiento se personarán para recoger el Tesoro del Carambolo. No regresará de nuevo a la caja de seguridad del banco en el que ha permanecido los últimos 31 años y de la que sólo ha salido, con la de ahora, en cinco ocasiones puntuales para encontrarse con el gran público, sino que irá directo a la Casa Grande, al Ayuntamiento.
Así lo tiene decidido el alcalde de Sevilla desde hace tiempo, durante el que junto a su equipo viene valorando las ubicaciones posibles y, sobre todo, los costes que la exposición permanente de tamaño ajuar originarán -las medidas de seguridad deben ser extremas, dada la valía del tesoro, formado por 21 piezas de oro de 24 kilates que datan de entre los siglos VI a VIII antes de Cristo-.
En esta ocasión, se ha descartado ubicarlo en el Real Alcázar -como sí se hizo con el cuadro de Velázquez La imposición de la casulla a San Ildefonso, también de titularidad municipal, como el Carambolo-, y se ha optado por prestigiar aún más la parte más monumental de la Casa Consistorial con esta aportación.
Según ha podido saber El Correo, la dependencia que cuenta con más posibilidades es la Sala Capitular baja -la Logia, donde se repasan los hitos de la ciudad, sería otra opción, pero su situación, próxima a la calle, plantea dudas-.
El Ayuntamiento ha tomado esta decisión unilateralmente y a sabiendas de que abriría una fractura importante en sus relaciones con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la otra administración con la que han compartido la custodia del tesoro desde que el Estado transfirió las competencias patrimoniales a las comunidades autónomas y la misma que, según han asegurado a este periódico, "ha costeado en solitario las facturas del banco por tenerlo a buen recaudo", extremo negado casi al momento por la portavoz municipal Maribel Montaño, que señala que "ese gasto corre por cuenta de Cajasol, que es la entidad que guarda el tesoro" (en la Junta aseguran que está en otro banco).
Ayer, durante la inauguración de la espléndida e imperdible exposición con la que Universidad de Sevilla, Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Cajasol han querido festejar los 50 años de uno de esos hallazgos que brillan con más luz propia en nuestra Historia, el alcalde, con la consejera de Cultura, Rosa Torres, al lado, no quiso desvelar su propósito públicamente, y se limitó a recalcar que "el Tesoro del Carambolo no va a regresar a la caja de seguridad del banco" y a agregar, protocolariamente, que habrían de buscar, en los cuatro meses que durará la muestra, una "solución de consenso" sobre dónde exhibir las piezas.
Pero a la hora de la verdad, tanto él como Torres saben lo que se cuece, que no es más que una polémica envenenada entre ambas administraciones, en esta ocasión a cuenta del tesoro. De hecho, Torres cortocircuitó anteayer y casi in extremis el anuncio del alcalde de que el Carambolo recalará en el Ayuntamiento. Se acordó, otra vez in extremis, un pacto de no agresión verbal con el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, por medio inaugurando la esperada muestra. Pero el daño ya estaba hecho y ayer se evidenció por activa y por pasiva.
Gestos. El primero: fue decir el alcalde que habría que hacerle un sitio al tesoro "para que lo puedan disfrutar siempre los sevillanos" y de inmediato la consejera de Cultura se adelantó a responder que, "el Museo Arqueológico, a día de hoy, está perfectamente preparado para acoger el tesoro y con independencia de la rehabilitación integral del edificio" que afrontará el Estado en los próximos tres o cuatro años.
Segundo gesto: Monteseirín, nada más cumplimentar a Griñán en su llegada a la exposición, se marchó como un rayo a la sala donde se expone el tesoro, de la que no se movió, haciendo compañía al vigilante de seguridad y acaparando flashes y sofocones por haberse saltado el protocolo de acompañar al presidente de la Junta en el recorrido.
Y el tercero: el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, preparado para la guerra que se avecina, llevaba en el bolsillo una copia con las condiciones del contrato suscrito hace unas décadas entre el Estado y el Ayuntamiento por el que éste se hacía con la titularidad del tesoro. En una de sus cláusulas pone explícitamente que, siempre que haya garantías, el lugar del Carambolo está en el Museo Arqueológico.
Y a este pelo se agarrarán con uñas y dientes en la Junta para plantar batalla frente a la decisión municipal de romper el equilibrio hasta ahora mantenido.
La respuesta municipal está igualmente orquestada: "Se respeta lo que dice el contrato, por viejo que sea, pero entendemos que el Arqueológico estará inmerso en los próximos años en una rehabilitación integral, por lo que aún no reúne las condiciones necesarias para acoger el Carambolo. Y las salas temporales, por muy renovadas que estén, no son el sitio". Eso sí, se admite que, tras la rehabilitación, será el momento de replantear el asunto. Pero mientras, "su sitio será el Ayuntamiento; no hay más vuelta de hoja".
Las claves
La propiedad. El tesoro es propiedad del Ayuntamiento que, tras su hallazgo en 1958 y para evitar, como era norma entonces, que acabara en el Museo Arqueológico Nacional, se lo compró al Estado. Eso sí, en el contrato hay una cláusula que dice que su lugar natural es el Museo Arqueológico de Sevilla, no otro sitio, a menos que no se den las condiciones oportunas.
En el banco. Como el Arqueológico estaba y está muy necesitado de una rehabilitación (ya proyectada), desde 1978 el Consistorio decidió llevarlo a la caja de seguridad del BBVA en Sevilla, donde ha permanecido 31 años. Sólo ha salido, con la de ahora, en cinco ocasiones. La frase del alcalde. “Desde que adquirimos el tesoro hemos hecho gala de una gran responsabilidad en su custodia”, dijo. En la Junta se enervaban: “Pregunta a quién llaman los del banco cuando tienen que sacar el tesoro y quién ha tenido no una, sino las dos llaves de seguridad unos años...”.
La frase del alcalde. “Desde que adquirimos el tesoro hemos hecho gala de una gran responsabilidad en su custodia”, dijo. En la Junta se enervaban: “Pregunta a quién llaman los del banco cuando tienen que sacar el tesoro y quién ha tenido no una, sino las dos llaves de seguridad unos años...”.
2 comentarios:
Son como niños peleando por un juguete. Lo único que les interesa del patrimonio es hacerse fotos delante de los tesoros. ¡Qué vergüenza que gente así nos gobierne!.
Efectivamente, como ya indiqué en algún comentario anterior, se pelean por salir en la foto, pero si tuvieran verdadero interés por nuestro pasado y por la arqueología no habrían dejado el yacimiento del Carambolo en el estado de abandono en que está.
Habría que crear un organismo que permita un análisis coherente y global de todos los yacimientos arqueológicos de la zona y dar mayor relevancia al tema (Un centro de interpretación del Calcolítico y el Bronce en el aljarafe Sevillano) y reclamar un mayor compromiso de las autoridades. Asociaciones culturales como está son un excelente germen.
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