 |
LosAlcores.info. 16/12/2009
La presencia del hombre en esta genuina elevación que denominamos “Los Alcores” se remonta, cuando menos, al paleolítico. Los restos de utensilios líticos, de fácil localización, así lo atestiguan.
De finales de la Edad del Cobre, 2500 a. C. y el 1800 a. C., también llamada “calcolítico” o “eneolítico”, destacan en Los Alcores los yacimiento de “El Acebuchal” y la necrópolis dolménica de “Gandul”, que para muchos investigadores es imprescindible si queremos estudiar la llamada “cultura del vaso campaniforme”. Los mejores restos cerámicos procedentes de las excavaciones realizadas por Jorge Bonsor, a principios del siglo XIX, se encuentran en la “Hispanic Society of America” de Nueva York. 1
Los “túmulos de Bencarrón”2 , 700 a.C – 500 a. C., hablan de la presencia de Tartessos. Las figuras orientalizantes que decoran los peines de hueso, allí encontrados, reflejan la influencia fenicia, circunstancia que se corrobora con el hallazgo, entre otros, de varias ánforas decoradas con el “grifo”, animal mitológico - la mitad superior de águila, y la mitad inferior de león-, depositadas en el museo arqueológico de dicha localidad, hoy símbolo de la ciudad de Carmona.
Durante las guerras que enfrentaron a cartagineses y romanos por el control del Mediterráneo Occidental, Los Alcores pudieron jugar un importantísimo papel, pues parece cierto que en la zona de Gandul se estableció un campamento militar cartaginés y, es más que probable, que en los alrededores de Carmona se desarrollara la decisiva batalla de Ilipa, año 206 a. C.3 . El resultado es bien conocido, el triunfo de Roma frente a Cartago y el gobierno de ésta que durará 600 años. Hay que destacar, en éste espacio de tiempo, la importancia de las ciudades de “Carmo” 4 e Irippo?, ésta última en la “Mesa” de Gandul.5 Además, “Los Alcores” albergaron una de las mayores concentraciones de población de toda la Bética, que se traduce en la presencia de numerosas villas, no estudiadas en su inmensa mayoría.
A la presencia de los visigodos, documentada en Carmona ,6 y segura en la zona de Alcalá de Guadaíra, tras el hallazgo de la lápida con la inscripción "...en el año segundo del feliz reinado de nuestro señor Hermenegildo, el rey, a quien persigue su padre, nuestro señor el rey Leovigildo...” (C. Fernández Martinez y J. Gémez Pallarés),7 , junto al paraje denominado “Rabo de Zorra” cerca del molino de “Las Aceñas”, le siguen casi 550 años de “presencia árabe” o andalusí. Hoy conservamos algunos restos de esa época en las fortalezas de Carmona o Alcalá de Guadaíra, junto con topónimos, el origen de algunos molinos harineros y, lo que es más importante, un legado cultural que se traduce en un porcentaje importante de palabras o expresiones de origen árabe, soluciones en la arquitectura popular, costumbres, artesanías, gastronomía y un largo etc.
La conquista de Alcalá de Guadaíra y el resto de Los Alcores por Fernando III el Santo 8 en el año 1247, abre un nuevo periodo que trae para la zona numerosas edificaciones tanto, en los núcleos urbanos como rurales: ampliación del castillo de Alcalá, castillo de Marchenilla, castillo de Luna, castillo de Carmona, palacios como el de Gandul o los del casco urbano de Carmona, cortijos y haciendas, edificaciones de gran interés etnográfico y antropológico, y nuevas costumbres que se mezclan o se imponen a las anteriores y que han ido evolucionando con el tiempo hasta nuestros días.
A los valores anteriormente descritos habría que sumarle los medioambientales y culturales, cada uno de los cuales merecería una referencia exclusiva.
Por todo lo expuesto, es evidente que la zona requiere una protección integral. Hoy la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía ,9 reguladora de la futuras “Zonas Patrimoniales”, puede ayudar en éste sentido, pero no solo. Desde Andaluces de Alcalá consideramos que la declaración como “Zona Patrimonial” del área que nos ocupa, debe ir pareja de su protección efectiva en los diferentes PGOUs de la comarca, su declaración con Bien de Interés Cultural y un cronograma de actuaciones que proteja y ponga en valor el conjunto. Y siempre contando con la participación de la sociedad civil alcoreña.
No obstante, la situación actual es algo incierta. Al abandono secular, se unen la especulación y los intereses inmobiliarios. Las zonas con más valor histórico y medioambiental son las más amenazadas. Construcciones ilegales, falta de planificación, al permitirse instalaciones de todo tipo en lugares sensibles, construcciones sistemáticas en la misma cornisa de Los Alcores en los términos de Mairena del Alcor y Viso del Alcor o “La Boticaria” en Alcalá de Guadaíra, que llevará parejo un campo de golf de dieciocho hoyos en plena “cornisa”, el paso del AVE, etc. etc. vienen a confirmarlo.
En Gandul, las canteras de “Las Majadillas”, “Palito Hincado” y los proyectos de ampliación de ésta última, la cesión a la multinacional EE.UU, General Dinamig de la mitad del campamento “Las Canteras”, los edificios programados de “Proyecto Hombre” en zona arqueológica, las instalaciones de venta de caravanas, la ronda norte que cruzará el río Guadaíra algo arriba del molino de “La Boca”, las construcciones previstas en las antiguas instalaciones de “Sola”, etc. etc., marcan la tendencia para todo el conjunto, y lo que es más grave, ninguna de las administraciones con competencias está trabajando seriamente en la protección de la zona.
Es cuando menos sorprendente que la incoación de un expediente para delimitar la Zona Arqueológica de Gandul, que consideramos es un Bien de Interés Cultural en base a la Disposición Adicional Primera de la Ley 16/1985, de 25 de junio de Patrimonio Histórico Español y declarada en 1931 Monumento Histórico Artístico, esté, a fecha de hoy, 19 años después, sin culminar, y la misma Consejería de Cultura en 20 días ha emitido un informe favorable para la construcción de edificios de “Proyecto Hombre” en la zona, emulando al Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, que con la misma celeridad ha aprobado la construcción de los edificios.
Fuente: Andaluces de Alcalá
No hay comentarios:
Publicar un comentario