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La traída de aguas a Itálica: los acueductos romanos

Durante su ponencia en el I Encuentro Arqueológico del Guadiamar Alicia M. Canto obsequió al Ayuntamiento de Olivares con el libro original de su tesis sobre los acueductos romanos de Itálica.
Vocalía de Comunicación. 01/12/2009

Su trabajo, recuerda, "fue el primero de España en estudiar un acueducto romano en toda su magnitud", desde la captación de agua en la cabecera del trazado hasta el almacenamiento y la distribución en la ciudad. A su vez, también estaba centrado en un acueducto hecho en fábrica de ladrillo, una singularidad sin parangón a nivel nacional.

Esta doble situación pone de relieve el hecho de que Itálica sea una de las escasas ciudades romanas que cuentan con un estudio completo de su infraestructura hidráulica en toda su complejidad y extensión. No obstante, reconoció, ha seguido ampliando y revisando su trabajo, aunque en la actualidad sus ocupaciones la llevan por otros campos de investigación.

Buena parte de su estudio está disponible en la página web www.traianvs.net, para su libre consulta, con imágenes y referencias incluidas. Alicia Canto tuvo ocasión de citarla y elogiar la labor desarrollada por Isaac Moreno Gallo para reunir en una misma página web los conocimientos sobre ingeniería romana.

Alicia Canto comenzó su ponencia recordando la importancia de los acueductos romanos, citando una frase de Plinio El Viejo: "las aguas son las que hacen una ciudad". De ahí se entiende el extraordinario impulso que sufrió el diseño y la construcción de las infraestructuras hidráulicas romanas. Su complejidad se hace patente, por ejemplo, en la variedad de métodos de captación de agua en las ciudades, desde la recogida de agua de lluvia con depósito en las azoteas o los pozos y estanques para la extracción del nivel freático, hasta la traída sencilla de agua por métodos militares o agrícolas y los grandes acueductos y edificios de almacenamiento.

En el caso de Itálica, a lo largo de toda la longitud del acueducto se pueden encontrar ramales para uso agrícola, arquerías de paso de agua, tuberías, etc.; o los grandes edificios del castellum aquae y castellum divisorium que culminan la llegada del agua a la ciudad romana. El recorrido se puede seguir en la actualidad a través de la toponimia por la que se siguen reconociendo muchos de los lugares por los que pasa el acueducto (Hoyuelos, Las Cañerías, ...).

De la infraestructura romana de Itálica se tenían noticias desde Rodrigo Caro y M. Gallego de Vera (1624). En el siglo XVIII el Padre Fernando de Zevallos dio a conocer el trazado hasta las fuentes de Tejada. Por su parte, Alicia Canto localizó el acueducto del siglo I que recoge sus aguas en los manantiales del Guadiamar y se une al otro ramal en el entorno de la Cañada de Conti.

Entre otras cuestiones relativas a Itálica, la ponente citó también las referencias a la localización de la calzada romana de Tejada a Itálica, a la que defiende que pertenecen los dos famosos miliarios encontrados en torno a la ciudad romana. Esta vía romana serviría de control y mantenimiento del acueducto, a la vez que permitiría una salida rápida del mineral extraído en la sierra onubense.

Para cerrar su ponencia, Alicia Canto sugirió a los ayuntamientos esforzarse en la coordinación para proteger y difundir el patrimonio arqueológico, especialmente en el caso del acueducto romano, cuyos restos atraviesan varios términos municipales.

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