NIA-ERA. 07/05/2010
Un equipo de ERA-Arqueología, dirigido por Helena Santos, está llevando a cabo una investigación en el sitio de Carrascal 2. Se trata de un lugar extraordinario, detectado durante la apertura de una gran zanja para la instalación de una conducción pertenecientes al sistema de abastecimiento de la zona de Alqueva en las inmediaciones del ciertamente reconocido como enorme complejo arqueológico de Puerto Torrão.
Situado en las proximidades de Ferreira Alentejo, este sitio arqueológico no está ni tan siquiera mínimamente delimitado, y las excavaciones realizadas por ERA, se corresponden con las zonas afectadas por las obras de la construcción civil.
La información disponible muestra vestigios relacionados con la experiencia de la muerte de las comunidades del Calcolítico, que tuvieron lugar durante el tercer milenio antes de Cristo. En un área restringida fue descubierto un conjunto complejo de estructuras arquitectónicas. En la pared de una zanja excavada en la roca, de la que apenas conocemos un trozo integrado en el área de trabajo, se excavaron unos accesos a diversas cámaras funerarias subterráneas tipo hipogeo, igualmente excavadas en la roca. El cerramiento de estas tumbas fue identificado como lajas de pizarra que funcionaba como "puertas".
De las distintas cámaras funerarias, sólo una será totalmente excavada y estudiada. En el interior ya se recogían miles de huesos, que se corresponden con decenas de muertos. El proceso del enterramiento todavía no está claro y requiere una intervención de gran rigor en el proceso de excavación y registro de los diferentes vestigios, del que se destacan los restos óseos humanos, muy fragmentados y en mal estado de conservación de los objetos que acompañaron a los individuos enterrados allí.
En esta cámara funeraria, con forma aproximada de media-esfera, se colocaron cuerpos enteros y restos de cadáveres descompuestos y desmembrados. En el momento en que el acceso por la estrecha entrada fue bloqueado por la acumulación de restos humanos, los usuarios de esta necrópolis abrirían, desde la superficie, un pozo de entrada.
Al otro lado del foso fueron identificadas dos estructuras principales. Una de ellas debe constituir el corredor que conduce a una cámara funeraria situada más allá del área de intervención; y la otra, representa un lugar de características inéditas: una inmensa fosa excavada en la roca cuyas paredes fueron revestidas por huesos de los que se destacan abundantes cráneos aplastados y apilados y largos huesos apilados verticalmente. Estamos, evidentemente, frente a una estructura de características muy particulares asociada al culto de los antepasados.
Estamos frente a un área de la necrópolis extremadamente diversificado y complejo, cuya investigación está aún muy lejos de su final, pero que sin duda aportará una contribución decisiva al proceso de conocimiento de las sociedades que habitaron el actual territorio de Alentejo durante la prehistoria reciente. La importancia del sitio implica la ubicación de esta intervención en estudios de investigación, siendo fundamental la aplicación de metodologías de excavación y registro sobre la base de un gran rigor.
Cabe señalar que, en breve, ERA-Arqueología llevará a cabo en la zona en la que se insertan estos contextos un amplio programa de prospección geofísica.
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