16 dic 2010 ~ ~ Etiquetas:

"Lo progresista es conservar el legado histórico"


Muñoz critica a los especuladores y a los arquitectos estrella.- DAVID ARRANZ.
Entrevista: Almuerzo con... Isabel Muñoz
29/11/2010. El País. Lola Galán.

"Fíjate la salida de humos que han puesto ahí. Qué falta de sensibilidad", dice Isabel Muñoz señalando un costado del edificio Fonseca, en Salamanca. No es la única queja que pronuncia camino del restaurante que ha elegido a espaldas de la plaza Mayor. "Un sitio clásico, donde nunca te defraudan", explica. El pequeño comedor está lleno a rebosar y Muñoz se disculpa ante la perspectiva de lo que nos espera. Una conversación a voz en cuello para superar el ruido ambiental.

Salamanca, la ciudad donde nació hace 58 años, es una de las pasiones de esta mujer, madre de tres hijos, que ya es abuela y que lleva una década entregada a la defensa de un legado único.

Como presidenta de Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de Salamanca ha luchado casi una década contra la construcción de un auditorio en el antiguo huerto del convento de las Adoratrices, en el casco histórico de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad en 1988. Para muchos, el huerto era simplemente un solar. Pero Muñoz sabe que esos espacios entre las torres y los campanarios, son tan vitales como los silencios en música. Al final, la Unesco dijo "no" al proyecto firmado por Álvaro Siza y financiado por Caja Duero.

Isabel Muñoz se queja de que en Salamanca, muchos la miran mal. "Me tienen por una enemiga del progreso, y no se dan cuenta de que el verdadero progreso es conservar nuestro patrimonio. Si lo destrozamos, matamos la gallina de los huevos de oro".

Isabel aconseja una sopa de marisco para abrir boca y luego el plato local, el tostón, aunque ella se inclina por un rape a la plancha, y cuando el camarero sirve un plato de cocido a modo de aperitivo, se lamenta: "Ay, si hoy es día de cocido, qué tonta". Prueba los garbanzos con entusiasmo, pero la sopa se enfría en el plato. Sabe que hay otra Isabel Muñoz, fotógrafa reconocida, a la que no conoce. "Me gustaría trabajar en algo con ella", dice. Quizás un texto ilustrado con sus fotos. "Salamanca sigue siendo bonita porque se conservan muchos edificios magníficos, hechos con piedra de Villamayor", la mítica piedra dorada. Pero si los edificios siguen en pie, su entorno, y los perfiles que la daban esa majestad única, han sufrido daños considerables. "La especulación inmobiliaria ha sido nefasta para el patrimonio", dice. "Eso y los arquitectos estrella, que se empeñan en colocar sus edificios en zonas que no los necesitan".

Apenas prueba el vino, y el camarero le retira el plato de rape medio lleno. Años de oposición a obras apoyadas por el Ayuntamiento llevaron al Consistorio a declarar non grata la asociación que preside, un título que no le desagrada del todo. "Yo digo como Unamuno, antes la verdad que la paz". Lo que le apena a Isabel Muñoz, que trabaja en la Facultad de Derecho como administrativa, es que, en una ciudad con dos universidades "no hayamos conseguido que catedráticos conocidos o autoridades eclesiásticas alcen la voz en defensa del patrimonio". En esta batalla coronada por algún que otro éxito, ¿qué se ha dejado en el camino? "La literatura", contesta sin vacilar, "porque la asociación exige mucho tiempo". Aun así, saca de un sobre su última novela, finalista del premio de la crítica de Castilla y León 2009. El título no deja dudas sobre el contenido: Bajo el cielo de Salamanca.

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