· Las obras de la Autovía del Olivar han dejado al descubierto diez yacimientos
· Sobresale, entre ellos, el poblado calcolítico, con setenta estructuras
· También hay una necróplis íbera, una construcción romana y otra islámica
07/02/2011. El Mundo. Mª Amelia Brenes.
Un poblado de la Edad del Bronce, una necrópolis ibérica, un caserío islámico... Lo que pudiera parecer una lista arbitraria de etapas históricas es, en realidad, un conjunto de restos arqueológicos que permiten hacer un repaso por casi toda la historia de la provincia de Jaén.
Las obras de la Autovía del Olivar -que unirá las ciudades de Úbeda y Estepa a lo largo de 190 kilómetros-, en el tramo comprendido entre los enlaces norte y sur del Puente del Obispo, han dejado al descubierto diez yacimientos, entre los que destaca el mencionado poblado calcolítico (de la Edad del Bronce).
Este espacio de planta ovalada contiene 70 estructuras –entre cabañas, silos de cereal, tumbas, hogares, áreas de trabajo y defensivas– y permite conocer una pequeña comunidad en los inicios de la sedentarización humana en el Valle del Guadalquivir, a lo largo del III milenio antes de Cristo.
En la traza de este intervalo han hallado además una cortijada medieval, una necrópolis ibérica con enterramientos de incineración en urnas, restos de poblados neolíticos, construcciones romanas relacionadas con la producción del aceite y una alquería islámica del siglo XI después de Cristo.
Uso hasta el siglo XVIII
Este caserío –que a buen seguro se destinó al pastoreo y otros trabajos agrícolas– se mantuvo en uso después de la conquista de los Reyes Católicos y se convirtió en un pequeño cortijo durante la Baja Edad Media y la Edad Moderna, hasta que fue abandonado en el siglo XVIII.
Por otra parte, en la zona de préstamos –destinada a la extracción de tierras para la construcción de la autovía– han encontrado otro pequeño poblado neolítico, un poblado y una necrópolis de época visigoda que contiene unas 30 tumbas de inhumación, así como varias estructuras de época romana, entre las que destaca un horno altoimperial con doble cámara de combustión y cámara de coción, entre otros restos y materiales de época visigoda y emiral.
Qué hacer con los restos
A pesar del valor de los yacimientos, las necesidades del hombre globalizado acaban imponiéndose, de manera que mucho de lo que han encontrado en esta intervención arqueológica –en la zona del Cerro de los Vientos, en el término municipal de Baeza– verá cómo, después de haber sobrevivido cientos o miles de años, finalmente su existencia se reduce a un mero registro documental o, con suerte, a una vitrina monográfica en un museo.
Los trabajos expertos del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén han procurado conservar la mayor cantidad de restos, dejando parte en reserva para futuros arqueológicos. Sin embargo, en muchos casos la autovía no ha podido evitarlos y, simplemente, se han documentado y han desaparecido.
"Va a quedar una buena referencia en cuanto a información escrita –explica Arturo Ruiz, del citado centro arqueológico–, además de una serie de restos que se podrán visitar en función de que haya acuerdos posteriores con la Consejería de Obras Públicas para que todo eso pudiera ser una especie de remanso en el circuito de la autovía donde se pudiera visitar algunos de los elementos que quedan y, al mismo tiempo, se pudiera contar lo que son los elementos que no se ven".
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