8 mar 2011 ~ ~ Etiquetas: ,

Unas obras en el Conjunto Dolménico de Antequera desatan la polémica


Parte de los movimientos de tierra en el Conjunto corresponde a la plantación de olivos y almendros en el recinto.
Parte del complejo está siendo reformado para adaptarse al Convenio Europeo del Paisaje y afrontar con mayor solvencia su candidatura para convertirse en Patrimonio de la Humanidad.
08/03/2011. La Crónica.

Siete días de declaraciones, explicaciones y réplicas. Todo, en torno a uno de los enclaves más emblemáticos de nuestra ciudad, y también uno de los proyectos más controvertidos de los últimos veinte años. El Conjunto Dolménico se despertó esta semana sacudido por una polémica que comenzó con la publicación en el periódico El Mundo de una información según la cual la Junta de Andalucía estaba derribando parte del complejo, en particular el Observatorio del Caminante y el Centro Solar.

Esta información procedía del arquitecto Manuel Salado, que fue director del proyecto en los años 90, y que sostenía que esta actuación iba encaminada a derribar estas dos estructuras y modificar posteriormente el centro de recepción de visitantes y el museo. Según estos datos, más de 3 millones de euros invertidos en estas construcciones quedarían en nada.

El alcalde de Antequera, Ricardo Millán, fue el primero en rebatir estas informaciones. El mismo lunes, el primer edil calificaba de “tremendamente malintencionada” la información aparecida en El Mundo y explicó que las obras eran “sólo de adecuación y avance en la construcción del Centro de la Prehistoria”. Millán explicó que la noticia recogía una “denuncia del anterior arquitecto y que en la nueva fase no se le ha adjudicado por problemas entre la consejería de Cultura y la Dirección Técnica del Proyecto, por lo que se cambia el modelo conceptual de la obra”. En este sentido, el regidor aseguró que “no se está demoliendo nada, solo se está readaptando el proyecto y lo único que va a desaparecer es la pasarela exterior que no sirve para el concepto museístico”, al mismo tiempo que reprobaba la actitud del PP al “criticar proyectos que intentan avanzar en la construcción del Centro”.

El Partido Popular también emitió un comunicado esa misma mañana en el que exigía la “inmediata paralización” de las obras de demolición y en el que su portavoz, Manuel Barón, admitía sentirse “estupefacto” y hablaba de un “escándalo de dimensiones mayúsculas”.

Al día siguiente fue la propia directora general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta, Margarita Romero, quien ofreció una rueda de prensa en el mismo Conjunto Dolménico para explicar los trabajos que se estaban desarrollando.

Romero negó que se estuviera demoliendo todo y afirmó que “tan solo se han tirado dos muros que no cumplen el Convenio Europeo de Paisaje” que fue elaborado en 2000 y que España ratificó en 2008.

Según la Junta de Andalucía las obras responderían a un proyecto de ordenación paisajística siguiendo las pautas marcadas por el Plan Director del Conjunto Dolménico, según las recomendaciones del convenio europeo.

Este documento, en realidad, sólo establece una serie de directrices generales relativas al paisaje encaminadas a su conservación y ordenación, a la sensibilización y formación de la población, pero no establece ningún tipo de medida concreta de carácter técnico.
La directora de Bienes Culturales admitió que las intervenciones realizadas en los años ochenta y noventa se llevaron a cabo con “criterios duros en materia de paisajes, pero que eran los que se utilizaban en la época, en los que la arquitectura primaba sobre los bienes titulados”, en este caso los dólmenes de Viera, Menga y El Romeral.

“Menga y Viera tienen unas formas muy suaves y tenues que se confunden con el paisaje de alrededor”, señalaba Romero. Según estos datos, desde hace unos años la Consejería está estudiando la forma de paliar con el menor coste posible esas intervenciones que se iniciaron en los años ochenta, y para ello se han sometido todas estas intervenciones a debate en distintas jornadas técnicas.

Romero también defendió la información ofrecida a la ciudadanía, a través de cursos como Antequera Milenaria: “Siempre estamos pendientes de comunicar qué pasa. No hay mejor manera de proteger un monumento que la sociedad en la que está ese monumento lo entienda, lo quiera y lo aprecie, esa es la mejor manera”, señaló.

Además, el conjunto requirió el asesoramiento de expertos en materia de paisajes, mediante un estudio encargado a través del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) al Centro de Estudios de Paisaje y Territorios de la Universidad de Sevilla, que se entregó en diciembre de 2008 y en el que se hacían unas indicaciones a cerca de lo que había que hacer para minimizar el impacto de las estructuras arquitectónicas que tenían sobre los monumentos.

A partir de estos análisis, en los que se lleva más de dos años trabajando, el Conjunto Dolménico tiene que adaptarse a la normativa del convenio europeo del paisaje. Todas las obras que se están haciendo en estos momentos modifican intervenciones previas a la firma de ese convenio, al estilo de lo que se está haciendo en otros enclaves como la Alhambra de Granada y Baelo Claudia de Cádiz.

“Solamente se han eliminado dos muros que era imposible adecuarlos a esta nueva ordenación paisajística”, afirmó Romero. El primero de ellos, erigido a principios de los años 90, se ha eliminado porque corta abruptamente la colina donde se asienta el megalito.

Por otro lado, hay algunas instalaciones como barandillas y rampas, desniveles y pavimentos que no cumplen con la normativa vigente en materia de edificación. Se trata de disposiciones contempladas en el documento básico de seguridad de utilización y accesibilidad aplicable desde el 12 de septiembre de 2010, que será obligatorio cumplir en enero de 2019. Por ello, se va a aprovechar esta intervención para adaptar el recinto.

Otras de las directrices insta a paliar en la medida de lo posible las interrupciones de la continuidad visual que afecten al Dolmen de Menga. Y Menga no sólo se entiende con la Peña de los Enamorados, sino también con el Cerro Marimacho, cuya vista se interrumpió con la construcción de un muro de hormigón.

Por otra parte, también se ha trabajado con dos acumulaciones de tierra que corresponden a la materia que se extrajo de la excavación del edificio sede, una tierra innecesaria que interrumpe el paisaje de Los Dólmenes, y lo que se ha hecho es un movimiento para situarla sobre la plataforma y darle una visión de continuidad al conjunto, en el que además se van a plantar casi 400 árboles.

La directora de Bienes Culturales también hizo referencia a la perseguida declaración de los dólmenes como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.

El próximo otoño se organizará un congreso internacional en el que van a intervenir medio centenar de especialistas en megalitismo de todo el mundo. “Y sabemos que la Unesco tiene ciertas reticencias a estos tipos de elementos que perturban el paisaje, y hay que hacer todo lo posible para que esto se solucione", añadió Romero.

“Es una intervención necesaria y beneficiosa para los Dólmenes que ha supuesto una inversión de 400.000 euros, de los que más de la mitad han sido destinados a la plantación de olivos y almendros”, concluyó.

Investigación parlamentaria

Dos días después, el Partido Popular se reafirmaba en su postura y calificaba de “escándalo” las actuaciones de Cultura sobre el Conjunto Dolménico.

El líder popular Manuel Barón estuvo acompañado por el secretario general del PP de Andalucía, Antonio Sanz, y el presidente del partido en Málaga, Elías Bendodo.

Bendodo consideraba la actuación de la Junta “un atropello a la cultura de Andalucía en general y a la de Antequera en particular, por lo que se hace necesario una rectificación urgente respecto a estos derribos, así como explicaciones”. Bendodo considera inadmisible que el dinero presupuestado para un proyecto de tal envergadura se pierda por el camino en derrumbes y nuevas infraestructuras.

Barón decía que las declaraciones por parte de la Consejería de Cultura “no me convencen, y lo único que es verdad de todo lo que han dicho es que no se va a derribar todo, pero sí una buena parte”, mientras pedía que no se engañara más a los vecinos de la ciudad y que no se jugara con su dinero.

El Partido Popular llevará este asunto al Parlamento de Andalucía, después de haberse invertido en el mismo más de 8 millones de euros, tras veinte años de obras y ahora acometer modificaciones por valor de más de 3 millones de euros, según señaló Sanz. “Estamos ante un auténtico escándalo y uno de los mayores despropósitos y desastres en la gestión por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, una Consejería presidida en un primer momento por Rosa Torres y Paulino Plata”, añadió.

El presidente autonómico no dudó en calificar a la candidata socialista a la alcaldía de Antequera como “un monumento a la incompetencia”. Asimismo, considera que la inversión inicial de 8 millones de euros “puede acabar siendo cuatro veces mayor, ya que el Gobierno andaluz, en plena crisis, se permite el lujo de invertir luego derribar lo invertido”.

Por ello, considera necesario que haya una investigación parlamentaria en torno a qué uso se le ha dado a este dinero público que proviene de fondos europeos, “y deberán dar explicaciones de por qué después de 20 años sólo está en marcha el centro de recepción del Conjunto, y ahora se derriba parte del mismo”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No deberíamos abdicar de nuestra capacidad de discernir. Las demoliciones están ahí, son hechos reales, ya está bien de tanto engaño y sucios trucos. Aquí tienen un enlace a la denuncia. Lean y juzguen.
http://www.porandalucialibre.es/principal/tribuna-libre/2283-las-mentiras-de-la-junta-en-el-caso-del-conjujnto-de-los-dolmenes-de-antequera.html