Los arqueólogos las sitúan entre el Neolítico y el Calcolítico y dentro del Arte Rupestre Esquemático.
02/04/2011. ABC.
José Antonio Postigo, un miembro de Ecologistas en Acción de Priego, que se encontraba observando las aves, descubrió en el paraje de las Angosturas una nueva estación de arte rupestre prehistórico, realizadas en una pared rocosa extraplomada, lo que la convierte en un pequeño refugio al amparo de las inclemencias meteorológicas directas. Una vez que se descubrió se avisó al Servicio Municipal de Arqueología para que certificase el hallazgo, dando aviso a la Delegación Provincial de Cultura.
Por parte de dicho servicio, el arqueólogo municpal Rafael Carmona pudo comprobar que el conjunto está constituido por un grupo de motivos pintados en tonos rojizos que podemos encuadrar dentro del conocido como Arte Rupestre Esquemático, cuyos ejemplos se pueden datar dentro de un amplio paréntesis cronológico situado entre el Neolítico y el Calcolítico, lo que constituye una manifestación artística realizada hace más de 4.000 años y que ha perdurado hasta nuestros días.
El panel con las pinturas es de pequeñas dimensiones (unos 63 x 70 cm). Se reconocen al menos siete figuras humanas , no todos de la misma tipología, mientras que la figura de mayor tamaño es en forma de rama de árbol, con 20 centÍmetros de alto, y otros motivos no identificados plenamente por ahora. Según el arqueólogo municipal, la aparición de esta clase de arte es una demostración de madurez en la escala evolutiva humana, «que requiere de una gran capacidad emocional y de abstracción mental, de tal modo que tenemos que esperar hasta el Paleolítico Medio y Superior para asistir a las primeras manifestaciones artísticas humanas como tales».
Añade que el hombre prehistórico «no pinta o graba las paredes rocosas para decorarlas, buscando una mera contemplación estética, sino en respuesta a planteamientos abstractos vinculados a su mentalidad.
La temática de este tipo de pinturas es muy variada pues, entre las figuras representadas, aparecen animales, el ser humano, ídolos y trazos geométricos en los que, en ocasiones, se pueden reconocer objetos concretos. Todas las representaciones están realizadas con tintas planas, usan un solo color (rojos o negros preferentemente) y carecen de perspectiva. El esquematismo es evidente, de forma que se dibujan con trazos simples hasta las figuras que pueden resultar más complicadas de realizar (animales o la figura humana).
En cuanto al significado completo de este tipo de pintura esquemática Carmona afirmó que se nos escapa actualmente, aunque sí podemos afirmar que la intención religiosa no sería la única que impulsó a los artistas que las realizaron, y que, en muchos casos, quizás se trate de una «escritura de pictogramas» que deja constancia de una serie de hechos de mayor o menor interés (ritos de iniciación, reuniones y acciones de grupo, etc.).
También ha quedado demostrada la relación manifestada a través de este tipo de arte rupestre esquemático entre un territorio y el grupo humano que lo habita y explota sus recursos. «El paraje de Las Angosturas cuenta con dos cuevas de gran interés arqueológico, Huerta Anguita y Murcielaguina, agua en abundancia y un paisaje geológico apto para la práctica de la agricultura y la ganadería, bases económicas durante toda la prehistoria», matizó Carmona.
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