Los restos tienen una antigüedad de 4.500 años y arrojarán información sobre los ritos funerarios de la época y las dietas de estos homínidos. También se harán estudios de ADN.
21/07/2011. Diario de Burgos.
La campaña de excavaciones en el yacimiento de la Cueva de El Mirador ha sacado a la luz los restos fósiles de otros ocho individuos de hace 4.500 años de antigüedad en el sepulcro colectivo encontrado hace años cuando se realizó un sondeo.
Según explicó el responsable de los trabajos, Josep María Vergès, el enterramiento fue saqueado en los años 80, pero está aportando mucha información sobre la población de la época, los ritos sepulcrales o las ofrendas. También está previsto estudiar la dieta que tenían estos homínidos que vivieron en el periodo Calcolítico y hacer pruebas y estudios de ADN.
Por lo que se refiere al segundo sondeo, realizado en otra parte de la cueva y en el que año pasado apareció un enterramiento individual de una mujer de 15 años, los investigadores han encontrado restos de huesos humanos que están removidos y mezclados con sedimentos de la época en la que la cueva fue utilizada como redil para guardar a los animales. «La cueva fue usada como sepulcro entre hace 3.500 y 5.000 años, pero luego llegaron los pastores y el mismo rebaño removió los huesos y los mezcló con sus actividades, pero ello pone de manifiesto que si abrimos la cueva en extensión es un gran cementerio», añadió Josep María Vergés.
El equipo de investigación llevó a cabo un sondeo en el centro de esta cueva en el año 2009 con el objetivo de conocer su potencial y cronología. Estos trabajos sacaron a la luz una secuencia del Bronce Medio (3.000-3.500 años), pero faltaba información entre los 3.500 y los 4.800 años, que es el periodo durante el cual se usaba como sepulcro. La razón es que los cadáveres les enterraban pegados a la pared de la cueva. «El Mirador tiene una secuencia desde el Neolítico antiguo de la Meseta hasta el Bronce Medio, de modo que tenemos trabajo para muchos años. El yacimiento tiene un potencial enorme porque por ahora solo hemos excavado un pequeño porcentaje de la gran superficie que tiene», añadió.
Los investigadores están convencidos de que la Cueva de El Mirador tiene diversas galerías hacía el interior, que pueden deparar interesantes sorpresas si en los próximos años se decide excavarlas.
Como arqueólogos
El proyecto científico y social vinculado a los yacimientos de Atapuerca no tiene barreras. Desde hace tres años los alumnos del Centro Puentesaúco de Aspanias colaboran en las labores de triado de los sedimentos que los investigadores sacan durante los trabajos de excavación en los yacimientos para encontrar restos de pequeños animales que no se ven a simple vista.
Durante la jornada de ayer se desplazaron a la orilla del río Arlanzón y realizaron tareas de lavado supervisados por miembros del equipo de investigación, completando así la formación que reciben en las aulas. La jornada resultó de lo más entretenida y los chavales de Aspanias demostraron su buen hacer y sus amplios conocimientos sobre la Prehistoria.
El triado es una labor callada, minuciosa y que requiere de mucha paciencia, pero que es importantísima porque el estudio de los fósiles de musarañas, topillos, ratas, marmotas o erizos aporta muchos datos sobre el clima de la época.
Desde el año 2009, la Fundación Aspanias colabora con el equipo de microfauna que dirige la profesora de la Universidad de Zaragoza Gloria Cuenca y que financia la Fundación Repsol.
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