Abre el centro de interpretación que muestra la historia de Osset

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, visitando los restos.

También se descubrió la placa en honor al ingeniero alemán Otto Engelhardt.
21/01/2012. ABC.

Turdetanos, romanos y almohades vuelven a recuperar el protagonismo que en algún momento de la historia tuvieron en San Juan de Aznalfarache gracias a la apertura del Centro de Interpretación de restos arqueológicos en pleno Barrio del Monumento, en el que se ha invertido un millón de euros.

La historia se hace presente en este centro en el que se han recuperado con mimo los vestigios arqueológicos hallados durante las obras de la Línea 1 de Metro para ahora dar más detalle a los sanjuaneros de sus antepasados.

En este edificio triangular de líneas rectas, de 993 metros cuadrados, y que rompe con la estética arquitectónica de un barrio tradicional como el del Monumento —según comentan algunos vecinos lo denominan 'el tanatorio'—, se recibirán visitas escolares, así como otros grupos, que podrán integrarse en «un paquete cultural en el que se enmarcan los jardines de Osset, la muralla árabe y el recinto del Sagrado Corazón», según explica Fernando Zamora, alcalde la localidad (PSOE). Todo ello enlazado con la Línea 1 del Metro y el ascensor del Monumento, que transporta a una media de 460 usuarios al día.

Los visitantes podrán ver los restos del lagar para la fabricación de vinos que utilizaron los turdetanos, la plaza pública porticada con un muro perimetral de los romanos o la zona fortificada con dos torres que construyeron los árabes.

Inauguración boicoteada
Esta historia ya se mezcla con el presente, en el que se enmarca la protesta de un reducido grupo de maestros interinos que lograron que la inauguración del centro se viera empañada ya que, megáfono en mano, intentaban reclamar la atención, aunque sin éxito, de José Antonio Griñán, presidente de la Junta. Las declaraciones institucionales previstas tras un atril y equipo de megafonía tuvieron que realizarse sobre el mirador, más alejados del jaleo. Así, tras descubrir la placa en reconocimiento a la figura del ingeniero alemán y vecino de San Juan Otto Engelhardt, se dirigieron al mirador junto a la familia del homenajeado asesinado en el 36.