El empresario sevillano Gabriel Rojas ha elevado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) un recurso contencioso administrativo mediante el cual reclama a la Junta de Andalucía la "restitución patrimonial" y el pago de todo lo invertido por su compañía en los últimos 12 años en el Cerro del Carambolo, enclavado en Camas y donde en 1958 fue descubierto el famoso tesoro homónimo, un proyecto que se encuentra paralizado por la Consejería de Cultura.
19/04/2012. El Economista.
El empresario sevillano Gabriel Rojas ha elevado al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) un recurso contencioso administrativo mediante el cual reclama a la Junta de Andalucía la "restitución patrimonial" y el pago de todo lo invertido por su compañía en los últimos 12 años en el Cerro del Carambolo, enclavado en Camas y donde en 1958 fue descubierto el famoso tesoro homónimo, un proyecto que se encuentra paralizado por la Consejería de Cultura.
Los suelos en cuestión albergan unos vestigios que los arqueólogos atribuyen a un antiguo santuario fenicio dedicado a la diosa Astarté y los agentes culturales reclaman insistentemente su recuperación y protección.
El propio Gabriel Rojas, en declaraciones a Europa Press, ha indicado que a través de este recurso contencioso administrativo, reclama a la Junta de Andalucía la "responsabilidad patrimonial" derivada de la paralización del proyecto promovido por su compañía para construir en el Cerro del Carambolo un hotel de 150 habitaciones que integraría incluso los vestigios del antiguo santuario, sepultados desde la última campaña de excavaciones arqueológicas.
La empresa, de cualquier modo y según el propio Gabriel Rojas, pide que "nos pague lo que nos ha costado todo aquello, una restitución del dinero invertido y de las pérdidas que hemos sufrido por habernos totalmente impedido cualquier construcción en el cerro", cuya titularidad incluso ofertó el grupo promotor a la Administración andaluza hace ya años al no prosperar su proyecto hotelero.
UNA DOCENA DE AÑOS
Rojas asegura que la empresa "desgraciadamente, y muy a mi pesar", se ha visto "obligada y abocada a emprender la vía judicial después de 12 años desde que compramos los terrenos y ocho años con problemas de paralización del proyecto", si bien como se ha señalado el entorno no cuenta aún con una declaración de Bien de Interés Cultural.
El empresario apunta que el proyecto hotelero actualmente se encuentra paralizado y abandonado y todo está a la espera de la resolución judicial y ha indicado que la última resolución de la Consejería de Cultura, dictada el 16 de enero de 2009, "nos impedía totalmente construir en el cerro", toda vez que "se delimitó urbanísticamente el cerro como área de exclusión para urbanizar y como medida de intervención ecológica, se prohíbe construir".
"LA JUNTA SIEMPRE NOS DABA LA RAZÓN"
Ha apuntado que a raíz de ese último informe, se estuvo negociando "y el motivo de haber tardado años en emprender la vía judicial ha sido porque en esas reuniones, la Junta siempre nos daba la razón, y nos daba pábulo, haciéndonos pensar siempre que se podía resolver la cuestión".
"La Junta, verbalmente, nos decía que teníamos razón y nos daban la razón, pero no nos daba ninguna alternativa ni ninguna respuesta, por lo que se ha optado por la vía judicial", ha agregado Rojas, quien asegura que han existido "múltiples intentos de llegar a acuerdo" en estos últimos años.
CUANTIFICAR EL DAÑO PRODUCIDO
Rojas ha precisado que en la denuncia, no se ha cuantificado la cantidad a devolver por parte de la Junta a la empresa, algo que considera que "deberá decidir el juez y un perito la cantidad, ellos deben cuantificar el daño producido" y después la Junta deberá restituirlo a la empresa.
"Es una pena, nos hemos visto obligados a emprender la vía judicial", ha aseverado el empresario, quien precisó que antes del recurso ante el TSJA se presentó otra demanda ante la propia administración autonómica "pero no hubo respuesta y ante el silencio administrativo hemos optado por ir a los jueces". Asimismo, insiste en que "no se puede seguir con el proyecto porque desde el punto de vista urbanístico la Consejería de Cultura lo ha impedido".
Rojas ha recordado que cuando adquirió en julio del año 2000 aquellos terrenos, "en ellos se encontraba funcionando el Tiro de Pichón, por lo que era algo que estaba funcionando, no compramos un terreno sin nada, sino uno que tenía actividad" y ha explicado que pretendían construir un complejo turístico y cultural, en relación a la planeada integración del yacimiento arqueológico en el propio complejo hotelero. Ha agregado que en el momento de la operación "contábamos con el aval de la Consejería de Cultura y del PGOU de Camas".
"Nos gastamos el dinero en destruir el Tiro de Pichón, en hacer las investigaciones y prospecciones necesarias y ahora nos mandan a casa", se lamenta Gabriel Rojas, quien reitera que "durante todo este tiempo intentamos llegar a acuerdo con la Junta, hemos intentado resolverlo por todos lados, pero sin resultado y ahora decidimos denunciar por aburrimiento; ya no podemos aguantar más".
LA SITUACIÓN DEL CERRO DEL CARAMBOLO
Este enclave todavía sigue a la espera la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) anunciada por la Junta de Andalucía para el cerro, y las restricciones urbanísticas dictadas desde la Consejería de Cultura han impedido la materialización del mencionado proyecto hotelero.
Entretanto, las organizaciones conservacionistas han denunciado en repetidas ocasiones el estado de abandono que sufre el cerro y la intensa proliferación de basura y rastrojos en el entorno de las cimentaciones de adobe que han sobrevivido del antiguo santuario fenicio.
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