09/09/2012. Terrae Antiqvae.
Los antiguos constructores de Stonehenge podrían haber tenido una dieta sorprendentemente basada en la carne y una forma de vida nómada. Aunque la agricultura alcanzó por primera vez a las islas británicas alrededor de 6.000 años atrás, el cultivo había dado paso a la cría de ganado y al pastoreo en el momento que se construyó Stonehenge, así como otros monumentos de piedra maciza que comenzaron a surgir en el paisaje, según un estudio reciente.
Los comienzos de la agricultura británica ocurrieron durante un leve período húmedo que permitió la introducción de los cultivos mediterráneos, tales como el trigo espelta, la cebada y las uvas, dijeron el arqueobotánico Chris Stevens (izquierda), de Archaeology Wessex, en Salisbury, Inglaterra, y Dorian Fuller (derecha), del Colegio Universitario de Londres. La agricultura existió en un principio junto a la recolección de frutas silvestres y frutos secos y una cría de ganado limitada, pero la rápida aparición de condiciones frías y secas en el Reino Unido hace 5.300 años atrás impulsó un movimiento para criar ganado, ovejas y cerdos, proponen Stevens y Fuller en el número de septiembre de la revista Antiquity.
Con el retorno de un clima agradable para el cultivo hace unos 3.500 años, durante la Edad del Bronce de Gran Bretaña, el crecimiento de los cultivos se volvió más fuerte, sostienen los científicos. Las aldeas agrícolas rápidamente reemplazaron al nomadismo, al pastoreo como forma de vida.
Muchos investigadores han postulado que la agricultura o bien cogió arraigo rápidamente en Gran Bretaña, hace alrededor de 6.000 años atrás, o bien aumentó de forma sostenida hasta afianzarse hace 4.000 años. En cualquier caso, los agricultores probablemente se habrían reunido en Stonehenge, donde los trabajos iniciales habrían comenzado hace ya 5.500 años, con el acarreo de grandes piedras alrededor de hace 4.400 años.
Pero si el escenario de Stevens y Fuller del antiguo origen británico de la agricultura, desaparece y renace sostenidamente, entonces pequeños grupos de pastores itinerantes colaboraron en enormes construcciones, en estructuras circulares de madera y piedra, incluyendo Stonehenge. Los cambios de la agricultura al pastoreo, a veces acompañados por la construcción de monumentos de piedra, se produjo casi al mismo tiempo en algunas partes de África y Asia, según los investigadores.
"Parte de la razón por la que los pastores construirían monumentos como Stonehenge radica en la importancia de las grandes reuniones periódicas de grupos dispersos, móviles", dice Fuller. Los lugares de reunión colectiva permiten a los diferentes grupos organizar alianzas matrimoniales, cruzar rebaños para mejorar la salud de los animales y su diversidad genética, así como mantener fiestas rituales. En estos lugares, un gran número de personas podrían movilizarse para grandes proyectos de construcción, sugiere Fuller.
"Una economía predominantemente pastoril en el tercer milenio antes de Cristo concuerda bien con la evidencia disponible y ofrece un telón de fondo adecuado para el desarrollo temprano de Stonehenge", dice el arqueólogo Tim Darvill (izquierda), de la Universidad de Bournemouth, en Inglaterra.
Pero él cree que muchas de las grandes piedras fueron traídas a Stonehenge durante un repunte posterior del cultivo de cereales, cuando el pastoreo retrocedió en importancia.
Stevens y Fuller recopilaron datos de más de 700 alimentos cultivados y silvestres conservados en 198 lugares a lo largo de las islas británicas y cuyas dataciones se habían calculado previamente mediante radiocarbono. Un análisis estadístico de estas dataciones, y del clima y tendencias ambientales asociadas a las mismas, sugiere que la agricultura se extendió rápidamente a partir de hace 6.000 años. Alrededor de 700 años después, los alimentos silvestres aumentaron en popularidad y la comida cultivada se hizo escasa.
Varios de los nuevos cultivos -guisantes, habas y escanda- aparecieron hace alrededor de 3.500 años, cuando los silos de almacenamiento, graneros y otras características de las sociedades agrícolas, surgieron por primera vez en Gran Bretaña, según hallaron Stevens y Fuller. La llegada de agricultores europeos pudo haber puesto en marcha una revolución agrícola durante la Edad del Bronce, especulan.
Los análisis de Stevens y Fuller ofrecen sólo un desglose general de cómo la agricultura y el pastoreo se desarrolló en Gran Bretaña, afirma Alasdair Whittle (izquierda) arqueólogo de la Universidad de Cardiff, en Gales. La escala de los cultivos, aún en tiempos caracterizados por restos relativamente abundantes de plantas domesticadas, sigue siendo incierta, señala Whittle.
Y añade que, incluso si los agricultores no construyeron Stonehenge, ellos levantaron un montón de grandes monumentos de piedra.
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