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Guadalajara, tierra de dólmenes

19/06/2021. Henares al día. Julio Martínez. 

Cuando se habla de megalitismo, muchos nos acordamos de Astérix y Obélix. Sus autores –los franceses René Goscinny y Albert Uderzo– hablaban de una aldea de «irreductibles galos» que se defendían –de forma exitosa– de los constantes embates de los romanos. Uno de los personajes principales era –precisamente– Obélix, cuya profesión era tallar menhires, un tipo de monumento pétreo con gran presencia en la Bretaña, lugar en el que se desarrollaba la trama de estos tebeos….

Sin embargo, muestras de este fenómeno cultural se pueden observar en otros puntos del mundo. También en la Península Ibérica, en cuyo seno se distinguen diferentes creaciones de este tipo. Entre ellas, menhires o dólmenes. De éstos últimos existen varios ejemplos en Guadalajara. Quizá, el más conocido sea el del Portillo de las Cortes, emplazado en las cercanías de Aguilar de Anguita. De hecho, se constituye como “una de las más antiguas referencias científicas del megalitismo ibérico”, se asegura en el artículo «Pasados releídos: el dolmen del Portillo de las Cortes/MAN». No en vano, se ha cifrado en 6.000 años la antigüedad de este monumento.

Pero, ¿qué son, en realidad, dichas construcciones? “Los dólmenes eran monumentos funerarios. Se alzaban como tumbas que servían para una colectividad. Posiblemente no todos sus miembros tuvieran acceso a este enterramiento, pero sí un grupo importante de ellos”, indica Rosa Barroso, profesora de la Universidad de Alcalá (UAH).

Así, el complejo funerario de Aguilar de Anguita estaba compuesto por una cámara y un corredor, que se encontraban unidos. En la primera de estas estancias “se perciben indicios de una estructura semicircular y de otra más completa en su sector sureste”. Y, al mismo tiempo, el segundo de los espacios –el correspondiente a la galería– llegó a estar cubierto, al menos en alguno de sus tramos.

El monumento se emplazó en “un territorio francamente cercano al Ebro, conectado con la Meseta Norte”, se explica en «Pasados releídos: el dolmen del Portillo de las Cortes/MAN». En este sentido, “no se puede interpretar este sector sin aunar los datos procedentes de Soria y de Guadalajara, todos relacionados con las vías de paso existentes en la zona”, explican desde el equipo de arqueólogos que han trabajado en el referido yacimiento.

En consecuencia, y analizando su ubicación geográfica en la Península Ibérica, “no hay que pensar que el dolmen de Aguilar de Anguita se encuentre aislado, sino que –en su momento– tuvo que formar parte de necrópolis más amplias”, concluye Barroso. Una postura que es compartida por Primitiva Bueno, catedrática en la UAH. “La organización habitual de los enterramientos megalíticos nos muestra que éstos solían agruparse y que se distribuían de modo similar en territorios próximos”, indica.

En cualquier caso, la vida de este complejo fue muy prolongada. “Portillo de las Cortes muestra una amplia cronología de uso, desde su construcción inicial a finales del V milenio a.C. hasta su definitivo abandono a finales del III milenio a.C. Es decir, desde época neolítica hasta la Edad del Bronce”, asegura la investigadora Rebeca C. Recio. “Su construcción y utilización lo largo de 2.000 años demuestra la continuidad de ocupación, explotación económica y riqueza de este territorio”.

– Sin embargo, ¿cuál es el estado de conservación de dicho monumento en la actualidad?

– Su mantenimiento ha mejorado últimamente, ya que pudimos limpiar el túmulo y sondearlo, aportando nuevos conocimientos –confirma Primitiva Bueno–. Pero, al mismo tiempo, es evidente que un programa de investigación y de divulgación resulta necesario y urgente. Entre otras cosas, porque daría la posibilidad de fijar población en la zona mediante recorridos arqueológicos. La buena divulgación tiene rentabilidad asegurada en la proyección pública de estos bienes.

Un yacimiento con solera

Pero, ¿en qué momento se tuvo la primera referencia de este megalito de Aguilar de Anguita? Todo parece indicar que fue a principios del siglo XX cuando el párroco de la localidad se topó con una serie de enterramientos que se podían corresponder con dicho yacimiento. “Se iniciaron –así– los trabajos de excavación en el lugar”, señala Rebeca C. Recio en «Documentación inédita del dolmen del Portillo de las Cortes (Aguilar de Anguita, Guadalajara) en el Museo de Cerralbo (Madrid)».

“El hallazgo del dolmen tuvo lugar en marzo de 1912, investigándose –por primera vez– entre los meses de marzo y septiembre de ese mismo año”, asegura Recio Martín. “Éste es uno de los monumentos de su estilo más antiguamente conocidos en el interior peninsular. Sus tempranas excavaciones bajo la égida del Marques de Cerralbo revelaron restos humanos y ajuares de enorme interés, cuyo estudio solo se ha retomado recientemente y que –aún hoy– está pendiente de disponer de los fondos necesarios”, agrega Primitiva Bueno, catedrática de la UAH.

En cualquier caso, la ubicación de varios yacimientos de la misma época en esta zona no es gratuito. Algunos especialistas lo relacionan con la existencia de ciertas materias primas en el entorno. “Dentro de la importancia que se está reconociendo a las explotaciones salinas como forma de explicar la ocupación del territorio y de la economía de las poblaciones en la Prehistoria reciente, el Marques de Cerralbo [uno de los pioneros de la arqueología en España] ya puso el dolmen del Portillo de las Cortes en relación con las «salinas» que localizó y excavó a escasos 110 metros en dirección Este”, indica Rebeca C. Recio.

No en vano, existen diversos dólmenes no muy lejos del lugar. Entre ellos, el de Huerta Vieja, en Garbajosa, o el de Pinilla, en Alcolea del Pinar. Además, a estos casos se deben unir otros ejemplos de los que se tiene constancia desde principios del siglo XX, pero que –todavía hoy– falta localizarlos e identificarlos con exactitud. “La arqueología podría recuperar nuevas estructuras megalíticas desconocidas y ahondar en el estudio de todas ellas”, confirman los expertos. Y, para ello, se necesita una mayor financiación en investigación…

– Pero, los casos de megalitismo estudiados actualmente en la provincia, ¿son representativos de esta realidad?

– Los ejemplos arriacenses se enclavan dentro del megalitismo del centro peninsular y su importancia radica en su situación geográfica estratégica, constituyéndose como la conexión entre las muestras del Mediterráneo y del Atlántico –explica Rebeca C. Recio–.

Los últimos estudios están evidenciando que estos dólmenes presentan una cronología más amplia de lo que se creía, tan antigua como las mismas construcciones situadas en la Bretaña francesa.

Sin embargo, “Guadalajara, en el conjunto de Castilla-La Mancha, es el territorio menos favorecido por la investigación en arqueología prehistórica”, asegura Primitiva Bueno. Empero, y durante últimos años, “se está cambiando esta dinámica”. Algo que está ocurriendo –mayoritariamente– debido al esfuerzo de diferentes grupos de investigación adscritos a la UAH. “Nuestra convicción del potencial de la zona es total”, asegura la catedrática universitaria. “El impulso decidido de las instituciones públicas a la conservación y divulgación del patrimonio arqueológico debería sumarse al trabajo desempeñado por las asociaciones ciudadanas y a las aportaciones acogidas a la Ley del Mecenazgo. La unión de todos es la que facilitará el acceso a fondos estatales y europeos”.

Así, y gracias a la inversión en investigación, se podrán investigar y recuperar yacimientos como el de Aguilar de Anguita y tantos otros existentes en el territorio arriacense. De esta forma se pondría en valor una importante riqueza patrimonial, en la que Guadalajara es puntera. No en vano, en sus límites se encuentran importantes muestras de megalitismo. Unos restos arqueológicos que –para muchos– nos parecen exclusivos de los tebeos de Astérix y Obélix, pero que están presentes a tan sólo unos pocos kilómetros de nuestras casas…


Bibliografía:

BUENO RAMÍREZ, P.; BARROSO BERMEJO, R.; BALBÍN BEHRMANN, R. de; GONZÁLEZ MARTÍN, A.; CAMBRA-MOO, O.; GARCÍA GIL, O.; ODRIOZOLA-LLORET, C.; LÓPEZ, O.; ESCALANTE, S.; LANCHARRO-GUTIÉRREZ, M.ª A.; LÓPEZ-FRAILE, José M.ª, «Pasados releídos: el dolmen del Portillo de las Cortes/MAN», Boletín del Museo Arqueológico Nacional, 34 (2016), pp.: 9-28.

RECIO MARTÍN, Rebeca C. «Documentación inédita del dolmen del Portillo de las Cortes (Aguilar de Anguita, Guadalajara) en el Museo de Cerralbo (Madrid)», Boletín del Museo Arqueológico Nacional, 37 (2018), pp.: 43-60


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