Hernán Cortés fue una de las personas más polémicas de la relación entre México y España. Llegó a México con el propósito de conquistar, pero no logró su propósito hasta dos años después.
30/09/2021. Cultura Colectiva.
La muerte de Cortés
A pesar de que es un personaje clave en la historia de nuestro país hay muy poca información sobre dónde quedaron sus restos. Hernán Cortés murió el 2 de diciembre de 1547 en Sevilla, España como consecuencia de una enfermedad pulmonar. Después de su muerte, fue enterrado en el monasterio de San Isidoro del Campo en Sevilla, aunque años después, sus restos fueron movidos por falta de espacio.
En su testamento, el conquistador español dijo que antes de que cumpliera 10 años sus restos tenían que ser regresados a México (en ese tiempo Nueva España) para que pudiera ser enterrado en un monasterio construido por él mismo en lo que hoy conocemos como Coyoacán. Lo que él no supo fue que ese monasterio nunca se terminó de construir ya que el “ayuntamiento”, llamado en ese entonces cabildo usó los recursos para financiar otro proyecto.
Pintura de Hernán Cortés
A pesar de la falta de un convento, los restos de Hernán Cortes se mandaron en una urna cerrada a Nueva España donde se pusieron en la iglesia de San Francisco en Texcoco. Sin embargo, en 1969 los restos volvieron a cambiar de lugar cuando murió Pedro Cortés, el último descendiente masculino de Hernán Cortés y los restos de los dos se dejaron en un templo Franciscano localizado en la Ciudad de México.
Tiempo después (en 1974) su urna fue movida nuevamente para ser dejada en esta ocasión en la Iglesia de Jesús de Nazareno ya que en algún momento Hernán Cortés dijo que le gustaría ser enterrado en el lugar.
Después de que la Independencia de México fue finalizada los restos de algunos icónicos “héroes de la Guerra” se llevaron a la Ciudad de México. Los restos del conquistador se mantuvieron en la Iglesia de Jesús de Nazareno. Sin embargo, la población no estaba de acuerdo ya que Hernán Cortés había sido el que llevó a los españoles a México y por lo tanto, inició la conquista.
Los restos del conquistador
Con el tiempo se comenzó a popularizar la idea de profanar y destruir la urna donde estaban los restos del conquistador, debido a esto, Lucas Alemán, administrador del hospital Jesús de Nazareno tomó la decisión de esconder la urna para evitar que personas con malas intenciones la robaran.
Primero la escondió en la tarima del hospital (a un lado de la iglesia), también llamada Jesús de Nazareno. Actualmente el lugar se llama Hospital de Jesús y se localiza en la avenida 20 de Noviembre en el Centro Histórico, cerca del Zócalo de la Ciudad de México.
El hospital lo fundó Hernán Cortés en 1824 con el propósito de atender a los soldados españoles que habían sido heridos en la guerra contra los aztecas. De hecho, este fue el primer hospital que existió en América. Recorte de periódico del día que fueron exhumados los restos
Lucas Alamán escondió los restos y le dijo a la población que había sido enviadas a Italia. Para prevenir que los restos se perdieran, escribió su ubicación en tres actas, una se la dio a la Embajada de España, otra se la envió a los descendientes del explorador y la otra fue guardada en el Patronato del Hospital de Jesús de Nazareno.
Las actas estuvieron selladas hasta que en 1946, un político español exiliado en México llamado Indalecio Prieto encontró una de las actas y se dio cuenta de que los restos de Hernán Cortés estaban adentro de uno de los muros cercanos al altar del templo de Jesús de Nazareno.
Por acuerdo presidencial, los restos se enviaron al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) donde fue confirmado que los restos eran del explorador español.
Dónde están los restos de Hernán Cortés
Actualmente los restos están de regresos en los muros de la iglesia localizada al lado del Hospital de Jesús junto con una placa de bronce que dice Hernán Cortés 1485-1547 y el escudo de su familia.
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