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Diez años del cierre del pequeño Versalles sevillano, el Palacio de los Guzmanes

Este Bien de Interés Cultural esconde una de las últimas creaciones del diseñador de jardines francés Forestier, el responsable de los jardines del Palacio de Versalles y del Parque de María Luísa

El Ayuntamiento del municipio lleva años reclamando un proyecto de futuro para el monumento, frente al "inmovilismo" de las administraciones.

12/07/2024. El Correo. Ana Carretero. 

Una búsqueda rápida en Google todavía te permite llegar a la web de turismo de la provincia de Sevilla en la que recomiendan la visita de los Jardines de Forestier del Palacio de los Guzmanes de Castilleja de Guzmán. Sin embargo, este Bien de Interés Cultural, cumplirá diez años cerrado el próximo mes de septiembre, cuando cesó la actividad del colegio mayor Santa María del Buen Aire, ubicado hasta 2014 en esta casa señorial.

Fue el último intento de gestión a manos de una empresa para que el emblemático edificio del siglo XVIII mantuviera el uso para el que fue cedido en 1936 por sus propietarios, los hermanos Lissen, al Ayuntamiento de Sevilla, que a su vez lo pasó a la Universidad Hispalense.

Una década después, el inmueble no solo sigue sin uso, sino que, continúa sin visos de una solución a corto plazo. El Consitorio guzmareño llevo años tocando a todas las puertas que puede para evitar que "el pueblo viva de espaldas a su patrimonio" y recientemente han recuperado algo de esperanza.

El Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán, la Diputación, la Universidad Pablo de Olavide y Universidad de Sevilla estudian fórmulas para revitalizar y dar uso al antiguo colegio mayor

Un grupo de trabajo para buscar soluciones

El primer teniente de alcalde del pueblo, Alejandro Moyano, cuenta a El Correo de Andalucía que, hace unas semanas, y tras agotar casi la última vía que se les ocurrió: trasladar su reivindicación al Parlamento Europeo, la Diputación se ha prestado a colaborar y han podido impulsar un grupo de trabajo conformado por la Universidad Hispalense, la Universidad Pablo de Olavide, la propia Diputación y el Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán.

Moyano describe los vericuetos administrativos a los que se han enfrentado desde el equipo de gobierno local, para los que es vital lograr reformar y reabrir este valioso monumento: "Hemos asistido al inmovilismo de las instituciones". Según Moyano, "desde el ayuntamiento no podemos reclamar el uso porque cuestiones evidentes vinculadas a la falta de presupuesto". "Necesitamos de la implicación supramunicipal", apostilla.

Para este edil guzmareño, "gracias a la Diputación, la voz del pueblo está representada en este grupo de trabajo. Sabemos que el edificio está en buen estado. Un operario se encarga del mantenimiento del jardín histórico. Estaríamos abiertos a diferentes usos, pero creemos que tiene muchas posibilidades. Por ejemplo, podría ser un centro cultural".

La Universidad de Sevilla "mientras no se hagan las reformas necesarias, la apertura no está contemplada". "De momento tampoco existe una estimación presupuestaria de estas actuaciones, que dependerá del uso que se le pudiera dar", trasladan a este periódico fuentes de la Hispalense.

El Ayuntamiento reclamó en 2017 a la Junta que asumiera su conservación

En 2017, El Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán aprobó en pleno y por unanimidad una moción en la que instaba a la Consejería de Cultura a que interveniera, ante el "abandono" y la "falta de un plan de mantenimiento y conservación". La propuesta fue presentado por la formación Vecinos por Guzmán.

En virtud de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, reclamaba a la Junta que iniciara un procedimiento para "ordenar" a la Universidad y/o al Ayuntamiento de Sevilla ejecutar obras que permitan la "conservación, mantenimiento y custodia" del Palacio de los Guzmanes y el Jardín de Forestier y que, en caso de que no se atendieran, se hiciera cargo el propio gobierno autonómico.

Los jardines históricos de Forestier

El Palacio de los Guzmanes fue construido entre los siglos XVII y XVIII. La intervención del arquitecto Gabriel de Lupiáñez Gely, en 1929, lo convirtió en un importante ejemplo de arquitectura del regionalismo sevillano con los jardines del paisajista francés Jean Claud Nicolás Forestier.

Eso sí, según explica Joaquín Voltes en un artículo para la web de la Universidad de Sevilla, de la reforma del arquitecto sevillano Lupiáñez no queda nada, tras las transformaciones realizadas en el edificio por Juan Talavera Heredia, entre 1944-1948.

Sin embargo, este jardín, un pequeño Versalles a tiro de piedra de la capital hispalense, es una de las últimas creaciones del ingeniero forestal francés, experto botánico, silvicultor, urbanista y gran diseñador de jardines, creador también de los jardines del Parque de María Luisa de Sevilla, máximo exponente de los jardines románticos de Sevilla.

Exponente del jardín neosevillano o "jardín bajo el clima del naranjo"

El propio Forestier vivió en el Palacio de los Guzmanes para desarrollar su obra, la última creada fuera de Francia. Enamorado de los paisajes y la historia de Sevilla, Forestier creó un nuevo estilo de jardín que a menudo se define como jardín neoárabe o neosevillano. Por ello, estos jardines forman parte también del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

Según describe Joaquín Voltes en su artículo, el jardín cuenta con más de 60 especies vegetales diferentes entre árboles, arbustos y plantas que "realzan y articulan las avenidas y los espacios". Se ubica en la fachada trasera de la casa, llegando hasta el arranque de la cornisa del Aljarafe, "haciendo las veces de mirador".


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