8 mar 2010 ~ ~ Etiquetas:

Alentejo: Una investigación de la UMA constata que en el yacimiento de Perdigões se construyeron hasta 11 anillos durante casi mil años


En la imagen, el grupo de investigación de la UMA trabajando sobre el yacimiento prehistórico portugués
Dentro del macroproyecto de investigación Programa Global de Investigación Arqueológica de Perdigões, coordinado por el científico portugués Antonio Carlos Valera, investigadores malagueños profundizan en los distintos sistemas existentes para estudiar las características de este yacimiento.
Andalucia Investiga. 28/01/2010. Irene Catalán

Recintos de fosos. Así se denomina a un tipo de yacimiento prehistórico que se puede catalogar como monumentos de la época y de la sociedad en la que se gestó: el Neolítico y la Edad del Cobre. Una de las particularidades de estos yacimientos, es que, mientras están funcionando, sus fosos están abiertos, para volverlos a cerrar una vez concluido su cometido.

Esto ha provocado que los recintos de fosos del yacimiento de la localidad portuguesa de Perdigões se hayan abierto, posiblemente, hasta once veces y hayan podido pasar casi 1.000 años entre el momento más antiguo y el más reciente desde su última apertura. Así lo estima una investigación en la que colabora la Universidad de Málaga (UMA), y de la que está al frente el doctor del Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas, Historia Antigua y Prehistoria José Enrique Márquez.

La parte de investigación que desarrolla la institución malagueña es un proyecto de excelencia de 2007 incentivado con 30.720.00 euros por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía.

Así, según el estudio, el yacimiento portugués es un recinto circular que mide 16 hectáreas de superficie y que debido a su extensión, se hace complejo su estudio. De ahí la necesaria colaboración en el proyecto de distintas instituciones europeas.

Además, es un tema de discusión constante, puesto que algunos investigadores se decantan por el cometido defensivo de esta estructura arqueológica, mientras que otros avalan la hipótesis de que los recintos de fosos responden a una tarea monumental, línea por la que se inclinan los investigadores de la institución malacitana.

Lo que sí está claro es el origen de estos curiosos yacimientos, que están presentes en el continente europeo desde el VI milenio hasta el III milenio a. C., lo que responde a la época del Neolítico y la Edad del Cobre. En el caso concreto del yacimiento portugués, según los estudios realizados hasta el momento, se le puede catalogar en la época correspondiente a finales del Neolítico hasta la Edad de Cobre plena, es decir, desde mediados del IV milenio hasta bien avanzado el III milenio a. C.

A vista de pájaro

Dentro del macroproyecto de investigación, denominado Programa Global de Investigación Arqueológica de Perdigões, coordinado por el científico portugués Antonio Carlos Valera, los científicos malagueños profundizan en los distintos sistemas existentes para detectar este tipo de yacimientos. Concretamente trabajan con la foto aérea y los sondeos electromagnéticos. En ambos casos, los resultados obtenidos hasta ahora han sido "extraordinarios", puesto que ofrecen una información mucho más completa que la prospección del arqueólogo sobre el yacimiento.

Una de las ventajas con las que cuenta la foto aérea es que, cuando llueve, los fosos retienen la humedad más tiempo que el resto de sustrato geológico "y a vista de pájaro podemos observar perfectamente delimitada la estructura de los distintos recintos", explica el experto. Asimismo, indica que gracias a los sondeos electromagnéticos se ha podido conocer que en el yacimiento de Perdigões al menos se habían sucedido en el tiempo hasta once aperturas y cierre de los fosos.

Este tipo de sondeos se realizó durante cinco semanas entre julio y septiembre de este año. Durante este mismo periodo de tiempo, además, un grupo de trabajo de la Universidad de Málaga se trasladó hasta el yacimiento portugués para excavar en el foso situado en la parte más exterior. Nueve personas estuvieron trabajando en él, en un foso que puede alcanzar los cuatro metros de profundidad y más de ocho de anchura.

El doctor del Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas explicó que el objetivo inmediato que su grupo se plantea en los dos próximos años es terminar de excavar los dos fosos exteriores y comprobar, con exactitud, a qué época pertenecen. Dentro de esta expectativa se encuentra también el cotejo de los datos con el resto de los equipos internacionales que trabajan en el yacimiento de Perdigões.

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