Aunque en verano se han ralentizado las visitas, hasta junio había una media de unas 360 mensuales, y en septiembre vuelven a incrementarse.
21/08/2012. Hoy.
Desde siempre ha sido conocida la riqueza arqueológica que tenía la comarca de Tierra de Barros, pero especialmente Almendralejo en la antigüedad. Seguro que en ello tenía mucho que ver la confluencia de ríos y regachos de esta localidad, que en la época antigua la convirtió en un gran núcleo de población.
Esa población dejó muchos vestigios, algunos hoy están al descubierto, otros están en proceso de que salgan a la luz o otros, los que más, aún están ocultos y a salvo bajo tierra, en muchos parajes del término municipal.
Uno de los últimos que han salido a la luz y es quizás al que más valor se le haya dado es el yacimiento arqueológico de Huerta Montero, un sepulcro colectivo del Calcolítico, que se puede ver en un estado de conservación óptimo. Gracias a las inversiones realizadas en los últimos años, el sepulcro está protegido por una nave, ubicada en el camino de Lobón, donde se ha construido un centro de interpretación con paneles explicativos.
Ese conjunto fue inaugurado en diciembre del pasado año y desde entonces se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. No en vano, desde entonces se han producido unas 360 o 370 visitas mensuales, con lo que a día de hoy ya han sido más de 2.000 las personas que lo han visitado, según los datos facilitados a HOY desde la Oficina de Turismo.
Ello ha sido posible porque han sido muchas las personas que han llegado de fuera, de otras regiones, muchas de ellas interesadas en un turismo arqueológico, pero también han visitado el sepulcro muchos colegios y grupos no sólo de Almendralejo, sino también de otros municipios de la comarca e incluso de la provincia.
Citas
Desde que se abrió en diciembre hasta enero, el lugar ha permanecido abierto durante dos horas o tres al día, por las mañanas, pero desde entonces las visitas se están regulando mediante solicitudes a la Oficina de Turismo. Las personas interesadas llaman o acuden en persona a la oficina, se les cita a una hora y una contratada les explica el yacimiento.
La intención es continuar así una vez culmine el verano, para no obligar a que haya una persona de forma fija en la instalación. De todas formas, en verano, con las altas temperaturas, las visitas se han ralentizado. Sin embargo, de cara a septiembre ya se están concertando nuevas visitas, por lo que se prevé que vuelva a incrementarse el número y vuelva a la media del primer semestre.
Al contrario de lo que le ha ocurrido a Huerta Montero, la Oficina de turismo de la localidad ha experimentado un ascenso importante durante este verano y, sobre todo, durante las fiestas.
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