El Ayuntamiento y la Universidad negocian una fórmula para que se puedan reanudar las excursiones al recinto pactadas, fruto de un convenio del año 2012. La empresa gestora se declaró en suspensión de pagos y entregó las llaves en septiembre.
08/10/2014. El Correo.
El colegio del Buen Aire, al igual que anunciara hace pocos días el colegio mayor Maese Rodrigo, no alojará a ningún universitario este curso. La empresa encargada de su gestión se declaró en suspensión de pagos y comunicó el pasado 23 de septiembre la imposibilidad de poder abrir para el presente curso académico. Un palo que la Universidad de Sevilla ha podido solventar en tiempo récord para los 25 estudiantes que habían formalizado su petición de residir en estas instalaciones ubicadas en Castilleja de Guzmán. La Dirección de Servicios Sociales y Comunitarios de la Hispalense, a cargo de Ana María López, se encargó, de hecho, a encontrar nuevos alojamientos en residencias universitarias, aunque también ha habido casos en los que han optado por la alternativa de un piso de alquiler.
Con el problema de la nueva ubicación de los estudiantes ya resuelto, la preocupación está en cómo se accederá el patrimonio que guardan en el interior de las instalaciones del Colegio Buen Aire: los jardines de Forestier, una joya natural y arquitectónica que está declarada como Bien de Interés Cultural y que, con la marcha de la empresa y el cierre del colegio, se mantendrá, hasta nueva orden, cerrada a cal y canto. Un inconveniente para poder cumplir el convenio firmado en septiembre de 2012, en el que la Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento habían acordado dar a conocer este espacio a través de visitas de grupo durante varios días a la semana.
La Universidad aclaró al respecto que quiere que se dé continuidad a las visitas, pero sí que pidió cierto margen para adaptar los accesos a los jardines por un lateral –antes las visitas accedían desde el propio colegio–, algo que está en manos del departamentos de Infraestructuras.
Ese compás de espera es lo que preocupa al alcalde de Castilleja de Guzmán, Carmelo Ceba, que lleva semanas buscando un acuerdo para, primero, intentar que se mantuviera abierto el presente curso académico –su cierre ha traído consigo el despido de cuatro trabajadores–, y segundo vertebrar la manera de que eso no suponga el cerrojazo a los jardines de Forestier. Así, recuerda que costó mucho trabajo conseguir aunar posturas con, por aquel entonces rector Miguel Florencio, para que permitiera las visitas en los citados jardines gracias a un convenio que se amplió hace dos años con el actual rector, Antonio Ramírez de Arellano. «Gracias a este último convenio, se ha podido recurrir a empresas de patrimonio que enseñan los jardines a escolares y mayores», señaló. En ese debate, el regidor remarcó que se puede aislar los jardines del colegio, a través de un nuevo acceso que ya existe y que se puede habilitar. En ese sentido, Ceba ha planteado a la institución universitaria que le cedan las llaves al propio Consistorio para el uso exclusivo de estas visitas a los jardines de Forestier, que hay que recordar que son propiedad de la Universidad.
«Nos costó muchos años abrir los jardines de Forestier, que ha sido un interés oculto», reiteró Ceba, que recordó fue en 2004 cuando los jardines se abrieron al público.
Entremedio, está la incertidumbre que vive la empresa encargada de las visitas. Francisco Vera, de la entidad Montelirio Cultural, mostró su preocupación por no poder realizar de manera temporal las visitas. Eso sí, no fue crítico contra nadie. Al hilo de ello, reconoció que es una situación inusual y se deshizo en elogios de «las atenciones que ha tenido el personal de la Universidad» en cada visita organizada. Abogó por una solución «lo más pronto posible», al igual que recalcaron que su labor no es lucrativa, sino de «difusión del único patrimonio a la vista» que hay en Castilleja de Guzmán.
1 comentario:
Los propios colegiales del Buen Aire, fuimos quienes "levantamos la liebre" el pasado 1 de febrero a través de un escrito colectivo que enviamos a través del registro a la universidad de Sevilla. Con esto queremos señalar que el tiempo en que se ha dado "solución" no ha sido en absoluto "récord" y que al igual que los visitantes del Jardín de Forestier reclaman sus visitas, los habitantes del colegio mayor reclaman su alojamiento. Quienes se hayan acercado por allí habrá comprobado que no es comparable ni sustituible por ningún otro tipo de alojamiento en ningún otro lugar. Por favor, no demos por solucionado un asunto con esa ligereza porque el desarraigo y la incertidumbre (el problema terminó de "solucionarse" con el curso ya empezado) al que hemos sido sometidos ha sido tremendo. Entendemos que el principal interés del blog son los jardines (y ojalá nosotros también hubiéramos tenido robustas raíces allí para que no nos hubieran transportado como bultos de acá para allá) pero procuren contrastar los datos antes de postear, porque son muy duros de leer.
Por otra parte el problema de los trabajadores sigue sin resolver y tras 25 años de servicio supone un golpe muy duro verse completamente desamparado, sobre todo después de haber recibido todo tipo de falsas expectativas. Los colegiales y las trabajadoras seguimos a la espera de que alguien se haga cargo del Buen Aire para que podamos volver a CASA.
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