La Universidad de Adelaida ha demostrado estadísticamente que los primeros monumentos de piedra de Gran Bretaña, formando grandes círculos, se construyeron específicamente de acuerdo con los movimientos del Sol y la Luna, hace 5.000 años.
17/08/2016. La Vanguardia.
La Universidad de Adelaida ha demostrado estadísticamente que los primeros monumentos de piedra de Gran Bretaña, formando grandes círculos, se construyeron específicamente de acuerdo con los movimientos del Sol y la Luna, hace 5.000 años.
La investigación, publicada en 'Journal of Archaeological Science', detalla el uso de una innovadora tecnología 3D para construir pruebas cuantitativas de los patrones de alineación de las piedras de pie. "Nadie antes había determinado estadísticamente que un solo círculo de piedra fuera construido con los fenómenos astronómicos en mente, todo era suposición", ha apuntado el líder del proyecto, Gail Higginbottom.
El examen de estos grandes y antiguos círculos de piedra construidos en Escocia (en Callanish, isla de Lewis, y Stenness, isla de Orkney) forman una gran concentración de alineaciones hacia el Sol y la Luna en diferentes momentos de sus ciclos. Estos monumentos, que se datan en 5.000 años, precedieron a otros que, 2.000 años después, también en Escocia, se creaban del mismo modo, pero mucho más simples.
Los expertos apuntan que las piedras no sólo están conectadas con el Sol y la Luna, sino que también existe una relación compleja entre la alineación de las piedras, el paisaje que rodea y el horizonte, junto con los movimientos del Sol y la Luna a través de ese paisaje. "Estos entornos elegidos habrían influido en la forma en que el Sol y la Luna se observaban, en particular en el momento de su salida y su puesta", ha explicado Higginbottom.
"Estas personas eligieron para erigir estas grandes piedras de forma muy precisa en el paisaje y en relación con la astronomía que conocían. Se invirtió una enorme cantidad de esfuerzo y trabajo para hacerlo. Nos habla de su fuerte conexión con el entorno, y lo importante que debe haber sido para ellos, por su cultura y por la supervivencia de su cultura", ha añadido el científico.
"Esta investigación es, finalmente, una prueba de que los antiguos bretones conectaban la Tierra con el cielo con las primeras piedras de pie y que esta práctica continuó de la misma manera desde hace 2.000 años", ha concluido Higginbottom.
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