Investigadores de la Universidad de Sevilla y otros centros europeos han presentado un estudio con 130 dataciones radiocarbónicas nuevas realizadas a huesos y carbones del yacimiento arqueológico de Valencina de la Concepción, en Sevilla, lo que lo convierte en el mejor datado de la prehistoria ibérica reciente. Los datos ayudan a reconstruir los procesos socioculturales del sitio, como lo que ocurría dentro de los tholos (unas estructuras circulares de piedra) o las matanzas y sacrificios que realizaban sus habitantes.
21/08/2018. Red Historia.
Miembros del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla han publicado un estudio que incluye 130 nuevas dataciones radiocarbónicas de huesos y otras estructuras de carbono en el Yacimiento Arqueológico de Valencina de la Concepción (Sevilla), obtenidas en laboratorios de Oxford y Glasgow (Reino Unido) y en el Centro Nacional de Aceleradores.
Sumadas a las 45 dataciones previamente existentes, con casi 180 dataciones por C14, este yacimiento se convierte actualmente en el sitio mejor datado por radiocarbono de toda la prehistoria reciente ibérica (que incluye los periodos Neolítico, Edad del Cobre y Edad del Bronce).
Este trabajo, resultante de una colaboración realizada en los últimos cinco años por las universidades de Sevilla, Huelva y Cardiff y el Museo de Valencina, incluye un complejo modelado estadístico de las dataciones radiocarbónicas para proporcionar una aproximación más precisa a la temporalidad de uso del sitio de Valencina, y para conocer de forma más detalladas los procesos sociales y los fenómenos culturales que ocurrieron durante los casi mil años que duró su ocupación, entre 3200 y 2300 antes de nuestra era (ANE).
Entre las conclusiones principales que destacan los expertos cabe señalar que los contextos más antiguos constatados en el yacimiento, que se data en el siglo XXXII ANE, son de tipo funerario, concretamente cavidades hipogeas que sirvieron como escenario para enterramientos colectivos secuenciales (por ejemplo, es el caso de los hipogeos encontrados en La Huera, Castilleja de Guzmán, o en Calle Dinamarca, Valencina).
“Estos datos son importantes en el debate acerca de la naturaleza que tuvo este gran sitio a lo largo de su historia, quedando claro que las prácticas funerarias tuvieron una importancia determinante ya en su génesis”, comenta el catedrático de Prehistoria de la US Leonardo García Sanjuán.
Grandes estructuras megalíticas
Por otra parte, la obtención de series de fechas C14 para cuatro de los grandes monumentos megalíticos de este yacimiento ha permitido establecer una primera secuencia orientativa de su construcción y uso.
A este respecto, destaca que los monumentos más antiguos, construidos entre los siglos XXX y XXVIII ANE (Cerro de la Cabeza, la llamada estructura 10.042-10.049 y el tholos –estructura circular de uso funerario o ritual– de Montelirio) se caracterizaron por el uso de grandes lajas de pizarra para revestir las paredes y las cámaras, que probablemente estuvieron hechas de barro seco al sol, y por orientaciones solares ‘canónicas’ (al orto o salida del sol).
Después de lo que parece ser un periodo de reducción de la actividad en el siglo XXVII, se construye probablemente el tholos de La Pastora, con características arquitectónicas muy diferentes: sin grandes lajas de pizarra, pero con cámara techada mediante una falsa cúpula de piedra, una importante innovación técnica y estética, y con una orientación ‘herética’ hacia el suroeste, dando la espalda a la salida del sol.
“Es muy probable que estos cambios en la arquitectura monumental se debieran a cambios en la esfera social e ideológica, incluyendo quizás ‘heterodoxias’ religiosas”, añade el investigador.
En tercer lugar, los expertos han comprobado que el fin de la ocupación de esta zona de la provincia de Sevilla ocurrió entre los siglos XXIV y XXIII ANE, sin que se hayan encontrado pruebas de su frecuentación o uso en la Edad del Bronce (c. 2200-850 ANE).
“De hecho, el abandono del sitio parece más bien abrupto, sin una transición gradual hacia un modelo social diferente. La posibilidad de que el fin de la Valencina se debiera a una crisis social ha quedado esbozada por las dataciones obtenidas de varios cráneos humanos encontrados separados del resto de los esqueletos en un hoyo de la Calle Trabajadores de Valencina”, afirma el director de este grupo de investigación.
Según los datos obtenidos por el radiocarbono, todos estos individuos murieron casi con toda seguridad al mismo tiempo, lo que abre la posibilidad de un episodio de violencia (matanza, crimen o sacrificio).
El hecho de que varios de los cráneos fueran tratados ritualmente, mostrando marcas de descarnamiento, y que este depósito mortuorio ‘especial’ aparezca asociado a la mayor colección de cerámica campaniforme encontrada en el yacimiento, sugiere que el episodio tuvo una gran significación simbólica.
Los datos paleoambientales para el conjunto del Mediterráneo y Europa indican que entre los siglos XXIV y XXIII ANE se inició un periodo de mayor aridez y sequedad a nivel global que pudo tener consecuencias severas para muchas sociedades a nivel planetario, incluyendo sequías.
En este momento se produjo en toda la península ibérica el fin de la forma de vida calcolítica, y el abandono de algunos de los más importantes sitios con recintos de fosos, como parece ahora ser el caso de Valencina de la Concepción.
Ello coincide a grandes rasgos con el cierre en el valle del Nilo del llamado Reino Antiguo con una gran crisis que supone el fin de la etapa de construcción de las grandes pirámides.
Este trabajo ha sido publicado en Journal of World Prehistory, cuya portada está dedicada a las impresionantes puntas de flecha de piedra del tholos de Montelirio. Es la segunda vez en menos de un año que los trabajos de este grupo de investigación en la Zona Arqueológica de Valencina-Castilleja ocupan la portada de esta prestigiosa revista.
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