16 ene 2020 ~ ~ Etiquetas: ,

Camas propone a la Junta de Andalucía la adquisición del yacimiento del Carambolo


Un detalle del estado actual del Carambolo. PACO PUENTES.
El empresario Gabriel Rojas, propietario del terreno, está abierto a llegar a un "acuerdo razonable" con el gobierno autonómico.
15/01/2020. El País.

El Ayuntamiento de Camas y la Junta de Andalucía han sentado las bases este miércoles en Sevilla para trabajar en una responsabilidad compartida de protección del yacimiento del Carambolo y su puesta en valor como enclave arqueológico. Después de que el alcalde de la localidad, Rafael Recio, solicitara en varias ocasiones la interlocución con el gobierno autonómico para atajar el estado de abandono de este importante enclave histórico —donde se halló en 1958 la mayor joya arqueológica del periodo tartésico-fenicio descubierta en la Península Ibérica y bajo cuyos suelos se pueden encontrar restos de hasta cuatro civilizaciones históricas—, finalmente la administración local ha podido instar a la Junta a que se comprometa con la adquisición del yacimiento, que actualmente se encuentra en manos privadas y que, desde hace cuatro años, ostenta el título de Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima catalogación patrimonial que recoge la Junta de Andalucía en su Ley de Patrimonio.

"La Junta tiene una oportunidad única de recuperar el yacimiento del Carambolo. Podría adquirirlo a un precio bastante bajo, puesto que la calificación actual del terreno es de suelo rústico", asegura Recio, en cuyo término municipal se encuentra esta zona de alto valor arqueológico. El empresario Gabriel Rojas, presidente del grupo inmobiliario del mismo nombre, y actual propietario del Carambolo, ha asegurado a EL PAÍS que estaría dispuesto a llegar "a un acuerdo razonable" con el gobierno autonómico y prescindir así de unos terrenos donde "se determinó que no se podía construir, tras la decisión arbitraria de los técnicos del anterior equipo de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía".

Los suelos del yacimiento del Carambolo —hoy convertidos en un vertedero donde se acumulan todo tipo de escombros y aguas estancadas— fueron adquiridos en el año 2000 por el grupo promotor Gabriel Rojas, con el fin de construir un hotel de 150 habitaciones que, además, integraría las ruinas del santuario donde fue encontrado el tesoro y la apertura de un centro de interpretación de la cultura tartésica: "No fue una compra exclusivamente mercantil, sino que estaba vinculada a un compromiso cultural y de conservación del patrimonio por nuestra parte", recuerda Rojas. No obstante, las restricciones dictadas desde la Consejería de Cultura a esta iniciativa —que dictaminaron en contra de la construcción en el terreno— motivaron que, en 2009, el grupo inmobiliario ofertase los terrenos a la Administración autonómica al considerar truncado su proyecto.

Tres años después, Gabriel Rojas emprendió una reclamación patrimonial contra la Junta, a cuenta de los perjuicios derivados del fracaso de su proyecto de hotel. Finalmente, el Tribunal Supremo resolvió en 2015 el litigio ratificando una resolución previa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que reconocía el derecho de la empresa a una indemnización de más de 1,55 millones de euros.

Junto con la compra del yacimiento, el alcalde de Camas ha planteado también al gobierno andaluz la construcción de un parque cultural arqueológico en los mismos terrenos y la generación de un espacio interpretativo de la cultura tartésica en Camas,que estaría ubicado en el antiguo consistorio de la localidad. La Junta se ha mostrado "abierta" a estudiar todas estas posibilidades.

En el yacimiento del Carambolo, un cerro a tres kilómetros de Sevilla, fue hallado en 1958 un ajuar funerario compuesto por 21 piezas de oro labradas al estilo oriental y cuyo origen se remonta a los siglos VII y VIII antes de Cristo. Denominado, por su ubicación, como Tesoro del Carambolo, actualmente se encuentra custodiado en la cámara acorazada de un banco, mientras que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla —propietario de los restos— negocian una ubicación para su exposición al público.

No hay comentarios: