El Museo del Yacimiento Arqueológico de este municipio del Aljarafe expondrá temporalmente la pieza de la Edad del Cobre descubierta de modo fortuito.
20/02/2020. ABC.
El Museo del Yacimiento Arqueológico de Valencina de la Concepción ha incorporado a su colección un hacha de piedra verde pulimentada de la Edad del Cobre. Esta pieza fue donada en 2010 a este centro museístico por los herederos del Francisco María Tubino y Oliva (1833-1888), considerado el pionero de la arqueología española.
El hacha, que se encuentra en muy buenas condiciones de conservación, es un importante exponente de este periodo de la Prehistoria en Europa Occidental. Tras la evaluación de diferentes especialistas, el hacha podrá exponerse temporalmente al público, en torno a los próximos meses de abril y mayo, con el fin de que tanto la ciudadanía de Valencina como cualquier persona interesada pueda conocer la pieza.
El Museo de Valencina posee una excepcional colección de piezas de metalurgia del cobre del Tercer Milenio, no presente en ningún otro museo nacional. En 2019, el Museo batió un récord de asistencia de público, con 13.000 visitantes, fruto en gran medida del trabajo de difusión impulsado desde el Ayuntamiento de Valencina.
La descripción del hacha de cobre, que presenta un excelente estado de conservación, ha corrido a cargo del arqueólogo municipal y director del Museo de Valencina, Juan Manuel Vargas, quien ha señalado que es una pieza «correspondiente a los inicios de la Metalurgia en la Península Ibérica», de unos 280 gramos aproximadamente y datada inicialmente en el Tercer Milenio antes de nuestra era; concretamente, el periodo del Cobre Pleno.
Durante el acto, el alcalde ha agradecido a Antonio Ruiz Ramos y Gregorio Rubio Narváez su decisión de entregar el hacha al Museo de Valencina, destacando la importancia de inculcar en la ciudadanía la necesidad de hacer entrega de hallazgos fortuitos como este.
Estudio sobre el hacha
El pasado noviembre, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Hispalense, del Museo de Valencina de la Concepción y del Instituto de Ciencias de Materiales, bajo el título de «El hacha pulimentada de jade de la colección Tubino» fijaba la procedencia de esta «excepcional» hacha prehistórica de piedra verde en la cordillera de los Alpes.
En concreto, los autores de estudio son los miembros del departamento de Prehistoria de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán y Carlos P. Odriozola; el arqueólogo municipal de Valencina de la Concepción y responsable del museo local, Juan Manuel Vargas; y el especialista del Instituto de Ciencias de Materiales José María Martínez-Blanes.
El hacha que conservó Tubino y Oliva
El estudio de los investigadores comentaba reflexionando que pese a la existencia de vestigios de un asentamiento humano de unas 450 hectáreas durante la Edad de Cobre en los términos municipales de Valencina y Castilleja de Guzmán, no existe «certeza documental» de la procedencia concreta del hacha. Esto es debido a que Tubino y Oliva no la menciona entre los materiales que recogió o inventarió del dolmen de La Pastora, monumento megalítico de este yacimiento prehistórico del Aljarafe sevillano.
Sin embargo, los autores del estudio afirman que existen «referencias» escritas del siglo XIX del arqueológo que muestran que habría «recogido varias hachas procedentes de Sierra Morena y Jerez de la Frontera», que posteriormente entregó al Museo Nacional de Arqueología, a excepción de un «hacha de jade» o piedra verde pulimentada que habría conservado para sí mismo.
Sin embargo, entre las piezas entregadas por Tubino y Oliva al Museo Nacional de Arqueología también figuraba «un fragmento de hacha de jade recogido en las inmediaciones de El Pedroso», en la comarca de la Sierra Norte sevillana. Los investigadortes señalan ante esto que aunque «no existe constancia documental de la procedencia de esta excepcional pieza, los indicios del relato de Tubino apuntan a la posibilidad de que sea pareja del fragmento de hacha de El Pedroso y por tanto proceda de algún yacimiento arqueológico de esa zona».
A tal efecto, García Sanjuán, Odriozola, Juan Manuel Vargas y Martínez-Blanes argumentan que esta circunstancia «abre la posibilidad» de que el hacha de piedra verde que se expone hoy en el Museo de Valencina sea la pieza que Tubino y Oliva «decidió no donar» al Museo Nacional de Arqueología.
En esta línea, los autores de esta investigación recuerdan «los hallazgos de grandes hachas de piedra verde en los megalitos» de la Bretaña francesa, así como la idea de que «desde la última década del siglo XIX y la primera del XX quedó establecido el origen alpino de las hachas prehistóricas pulimentadas de jade halladas en Europa Occidental».
Para determinar el origen de la pieza, los investigadores la sometieron a una difracción de rayos X y a una espectometría de dispersión Raman. Los resultados mostraron que el hacha de piedra verde de la colección Tubino es definida «mineralógicamente como jade-jadeita» con lo que afirman que «es posible afirmar que la pieza debe proceder de los Alpes, dado que las únicas fuentes de esta roca se encuentran en esta región» de la Europa Central.
Bajo la premisa de que por su «tipo y color» el hacha de la colección Tubino correspondería cronológicamente a mediados o finales del quinto milenio antes de la era actual, los investigadores recuerdan que desde finales del cuarto milenio hasta comienzos del tercero de tal periodo, «los Alpes proporcionaron la materia prima de la mayoría de las hachas pulimentadas realizadas en jadeíta del norte de Europa», unas piezas que «circularon a grandes distancias, desde los Alpes a los territorios actualmente abarcados por Francia, Alemania, Holanda, Gran Bretaña, Irlanda, la República Checa, Eslovaquia, Austria, Croacia, el sur de Italia, España y Bulgaria, llegando a recorrer hasta 1.700 kilómetros desde la fuente de aprovisionamiento».
Finalmente, estos investigadores explican que mientras en España «el registro de hachas alpinas documentado hasta la fecha es extremadamente bajo», lo cierto es que este hacha de piedra verde pulimentada sería «la más meridional de ellas con mucha diferencia, además de una de las más alejadas de las fuentes alpinas a escala europea», en concreto unos «1.900 kilómetros».
El municipio sevillano ha sido objeto de estudios de expertos en los últimos años. Un equipo de arqueólogos de la Universidades de Wuzburgo (Alemania), Universidad Autónoma de Madrid y el Instituto Arqueológico Alemán, con la colaboración del Ayuntamiento de Valencina, han realizado excavaciones en la parcela municipal del Cerro de la Cabeza, en el marco del proyecto Valencina-Nord, y han puesto al descubierto varias construcciones de plantas circulares que, en función de los materiales recuperados, se pueden interpretar como fondos de cabañas o zonas de taller.
No hay comentarios:
Publicar un comentario