La obra de emergencia quiere recuperar parte de la construcción que rodeaba a histórico edificio de Santiponce, que data de 1301.
11/03/2021. El Correo.
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía ha iniciado las obras que servirán para recuperar la cerca original del monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, edificio de 1301 para el que se ha destinado una partida de emergencia de 427.364,62 euros.
El Ayuntamiento de la localidad ha informado en sus redes sociales de que las obras, que realiza la empresa Freyssinet S.A., se han iniciado esta semana, y servirán también para la recuperación de la portada construida en 1975 y que está en ruinas a pesar de que el edificio es un Bien de Interés Cultural.
Está previsto que las actuaciones duren nueve meses, en unas obras aprobadas por el Gobierno andaluz tras el derrumbe sufrido en parte de la cerca en abril de 2020.
Se trabajará en el lugar de la antigua comunicación de cementerio viejo con las huertas en el talud del límite oriental del monasterio —hoy apuntalada por su estado de ruina— y del muro de cierre entre esta y el ábside de la iglesia, así como en la limpieza y entonación del muro de hormigón que completó la cerca una vez demolida la parte afectada por la construcción de la carretera nacional N-630 de Extremadura.
Un edificio histórico
El monasterio fue fundado en 1301 por Alonso Pérez de Guzmán, más conocido como Guzmán el Bueno, y su mujer María Alonso Coronel, fundadores de la Casa de Medina Sidonia, como panteón familiar y como testimonio de su piedad, siendo rey Fernando IV de Castilla.
La edificación tuvo lugar sobre una ermita mozárabe en que según la tradición estuvo enterrado San Isidoro de Sevilla, hasta que fue traslado a la Basílica de San Isidoro de León en 1063. Juan Alonso, hijo del matrimonio, construyó adosada a la iglesia levantada por sus padres otra nave, siendo ambas conocidas como las iglesias gemelas.
En el siglo XVI se desarrolló en él uno de los primeros focos de Reforma en España, ya que en su interior se leyeron y tradujeron libros prohibidos por la Inquisición. Algunos de los monjes propagandistas fueron ejecutados en autos de fe; otros con más suerte pudieron escapar a Europa, como el célebre Casiodoro de Reina, traductor de la primera Biblia castellana completa, en 1569
El monasterio, para el que se reclama su restauración completa y mayor proyección, se divide entre un sector que es propiedad de la Junta de Andalucía y otra zona perteneciente a la Fundación Casa Álvarez de Toledo y Mencos.
No obstante, un convenio firmado en 1991 le dio a la Junta de Andalucía los usos de una serie de espacios del monumento pertenecientes a Toledo y Mencos.
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