27/11/2021. 20 Minutos.
La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha adjudicado a Pablo José Ramírez Moreno, doctor en Prehistoria y Arqueología por la Universidad de Sevilla, arqueólogo profesional y especialista en el arte rupestre prehistórico; un contrato destinado a una actividad arqueológica preventiva en el dolmen de Cañada Real, enclavado en Los Molares y cuya antigüedad se remontaría al periodo comprendido entre los años 3810 y 3630 previos a la era actual; con estudios de documentación gráfica y un estudio geofísico de dicho monumento megalítico.
La memoria técnica de esta contratación, recogida por Europa Press, rememora que el dolmen de Cañada Real fue descubierto en 1968, con motivo de la instalación de los cimientos de unas viviendas proyectadas al final de la calle Prolongación Palomar del casco urbano de Los Molares, una calle actualmente nominada como del Dolmen.
El sepulcro megalítico fue excavado por el prestigioso historiador y arqueólogo Juan de Mata Carriazo, catedrático de Prehistoria e Historia de España Antigua y Medieval en la Universidad de Sevilla y con un papel determinante en las primeras investigaciones del famoso yacimiento arqueológico de El Carambolo, localizado en el cerro de Camas del que toma su nombre y cuna del fastuoso tesoro homónimo.
Dicho investigador destacó ya en aquellos años la singularidad de la planta de este dolmen, una construcción de galería y "corredor acodado" a cuenta de su forma de L, con un trazado principal de ocho metros de longitud y uno secundario de 3,5 metros.
TODO UN YACIMIENTO
En el verano de 1980, tras unas tareas de remoción de tierras en la finca El Palomar, a tan sólo 100 metros del dolmen de Cañada Real, fue descubierto además otro dolmen bautizado con el nombre de la citada parcela y en peor estado de conservación que el primero, al haber perdido toda su cubierta y parte de los ortostatos laterales.
Se trata de otra construcción megalítica de "corredor acodado" al igual que el dolmen de Cañada Real, coincidiendo ambos enclaves en su orientación hacia el este y siendo determinada para los mismos una cronología datada entre los años 3810 y 3630 previos a la era actual, según pruebas de Carbono 14 practicadas a los restos óseos asociados a estos monumentos prehistóricos.
"La excavación arqueológica del dolmen neolítico de Cañada Real es un proyecto científico de gran interés para conocer a las primeras comunidades neolíticas que se asentaron en el territorio de la campiña sevillana en el IV milenio antes de Cristo, sus relaciones sociales, ideológicas e históricas", indica la memoria técnica del proyecto, destacando "la importancia de este megalito por su antigüedad, al ser uno de los más arcaicos de Andalucía Occidental".
LA "INUSUAL" TIPOLOGÍA DEL DOLMEN DE CAÑADA REAL
"La rareza de su tipología constructiva en forma de L es algo casi inusual en el megalitismo de la Península Ibérica", precisan los autores de este documento técnico.
A tal efecto, el documento rememora que ya en 2018, la Administración andaluza encargó una prospección geofísica con georradar "para la localización y delimitación del yacimiento arqueológico del dolmen de cañada real", englobado actualmente por un parque municipal; siendo acometido en 2020 un sondeo arqueológico puntual "cuyos resultados superaron los esperados, basados en los estudios realizados con anterioridad, con el descubrimiento y estudio general del dolmen, así como la corrección de algunos factores de conservación preventiva necesarios dado su estado de conservación".
Ahora, el trabajo encargado al especialista Pablo José Ramírez Moreno implica "una actividad arqueológica de estudios de documentación gráfica y prospección geofísica del dolmen de Cañada Real, que amplíe su conocimiento científico en base a los resultados de la investigación de 2020 y que contribuya al entendimiento completo y la puesta en valor de este bien cultural", de cara a su "puesta en valor".
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