Se trata del cadáver de una persona de entre 17 y 25 años de edad localizado en una estructura funeraria.
25/12/2023. ABC.
Uno de los medios referentes en el mundo, el canal estadounidense de televisión CNN, ha difundido un reportaje sobre los «seis misterios históricos finalmente resueltos por la ciencia en 2023», que comienza con la investigación promovida por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Universidad de Viena y el departamento de Medicina de dicha institución; determinando que los restos óseos del que fuera nominado como el «gran mercader de marfil» del dolmen de Montelirio, enclavado en Castilleja de Guzmán y legado de la Edad del Cobre, corresponden a una mujer y no a un hombre como se pensaba anteriormente.
La citada investigación, titulada 'Amelogenin peptide analyses reveal female leadership in Copper Age Iberia (c. 2900-2650 BC)', fue publicada en la prestigiosa revista Scientific Reports, del grupo Nature. En tal artículo se daban a conocer los resultados del análisis de péptidos realizado en el esmalte dental del esqueleto localizado en un enterramiento individual descubierto en las inmediaciones del 'tholos' calcolítico de Montelirio, enclavado en Castilleja de Guzmán, hallado en 1998 y caracterizado por un corredor de unos 39 metros de longitud.
Se trata del cadáver de una persona de entre 17 y 25 años de edad localizado en una estructura funeraria, junto con un rico ajuar en el que destacaban un colmillo de elefante africano cuidadosamente colocado alrededor de su cabeza, un gran plato de cerámica situado a su espalda, 21 filos de sílex, una hoja de daga de dicho mineral y enmangue de marfil y, además, una pieza de ámbar que habría decorado la empuñadura del cuchillo.
Además, el ajuar mortuorio de este individuo incluía dos recipientes de marfil, diversos fragmentos de dicho material y un pequeño puñado de cobre, siendo años atrás atribuidos estos restos humanos a un «gran mercader de marfil», miembro de un «linaje de prestigio e influencia».
El análisis de péptidos acometido al esmalte dental de dicho esqueleto es una técnica novedosa que permite, al igual que el ADN, identificar el sexo cromosómico de los restos óseos, pero que a diferencia de aquel, no presenta tantos problemas de contaminación de las muestras, por lo que se prevé que en los próximos años revolucione la investigación en arqueología prehistórica y, particularmente, en arqueología del género.
Fruto de dicho análisis, los autores de esta investigación determinaron que los citados restos óseos atribuidos a un gran «mercader de marfil» corresponden a una mujer y no a un hombre. En un momento en el que la mayoría de los enterramientos eran colectivos, los restos de esta mujer joven de entre 17 y 25 años fueron depositados en una cámara individual. Este carácter individual de la tumba y el extraordinario conjunto de objetos depositado junto a ella hacen pensar que la «Señora del Marfil», como han sido rebautizados estos restos; tenía una posición social destacada.
Durante 200 años, la zona alrededor de su tumba fue utilizada como espacio funerario y de culto, pero siempre respetando un espacio de unos 35 metros alrededor de aquella, lo que sugiere que la memoria y recuerdo de su existencia e importancia se mantuvo durante al menos entre ocho y diez generaciones. Además, la escasez de enterramientos infantiles, así como la falta de ajuares funerarios asociados a individuos no adultos, sugiere que los individuos con alto estatus alcanzaban su posición social a través del mérito en vida, y no por herencia familiar.
«Creemos que es uno de los descubrimientos más importantes de las últimas décadas para entender la complejidad social temprana entre las sociedades neolíticas y calcolíticas de Europa», manifestaba el profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad hispalense Leonardo García Sanjuán.
Por su parte, la profesora Marta Cintas Peña exponía que «esta técnica científica supondrá un enorme salto adelante en el conocimiento que tenemos sobre las sociedades prehistóricas y muy especialmente sobre las mujeres y los individuos infantiles, a quienes tradicional e injustamente se ha situado en un segundo plano».
Los responsables del trabajo subrayaban así que no se ha encontrado ninguna tumba de un hombre con un estatus social equivalente al de la «Señora del Marfil». La única tumba de la Edad del Cobre de la península ibérica comparable se encuentra igualmente en el yacimiento de Valencina-Castilleja de Guzmán y contiene los restos de al menos 15 mujeres: tratándose del propio 'tholos' de Montelirio, en cuyo entorno se sitúa esta inhumación individual en cuestión. Todo ello sugiere, según este trabajo, que las mujeres ocuparon posiciones de liderazgo en la sociedad ibérica de la Edad del Cobre e invita a replantear las interpretaciones del pasado y, especialmente, el rol de las mujeres en los procesos de complejidad social.
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