Diario de Sevilla. 10/09/2007
Mucho se ha publicado sobre el legado arqueológico de Valencina, que fue, dicen los expertos, una especie de "capital de un reino" que se extendía desde el cabo de San Vicente, en Portugal, hasta la ribera del Guadalquivir, hace 5.000 años, cuando el hombre comenzó a transformar metales y se hizo sedentario. La zona por la que se extienden los restos de esta población calcolítica, contemporánea al Egipto de los emperadores, es tan grande como la isla de la Cartuja. Los responsables de las asociaciones consultadas insisten en que el pueblo y el Ayuntamiento han luchado siempre por poner en valor su patrimonio. En la Casa de la Cultura hay un museo pequeño, pero "muy digno" y dos de los dólmenes (el de La Pastora y el de Matarrubilla), son visitables, de martes a domingo previa cita.
A partir de ahora, su objetivo es hacer nuevas propuestas para que realmente este legado, que es menos espectacular visualmente que otros, revierta en desarrollo. "No se trata de hacer una reserva india", dice Arévalo, monitor en una Escuela Taller en la que forma a jóvenes del pueblo como guías e intérpretes del pasado de Valencina.
Les causa envidia el modelo almeriense de los Millares o el de Antequera, pero quieren innovar y defender no sólo el valor turístico, sino sobre todo, el científico que tiene la zona. Proponen un centro de investigación al que puedan venir expertos, campos de verano con universitarios y escolares que visiten un centro de interpretación de cómo eran las cabañas, los hornos en los que se trasformaba el cobre en una Valencina devastada por la lluvia ácida, según enumera Arévalo, que insiste en que no es un reto del municipio, sino de Sevilla y de toda Andalucía, en el que deben implicarse y comprometerse todas las administraciones.
De momento, Valencina Habitable ya han presentado al Ayuntamiento -que les invitó a hacerlo expresamente- una propuesta para que gran parte de las zonas donde se sabe que hay restos sean incluidas dentro del Plan de Espacios Libres, que elabora la Junta para el área metropolitana, y desde el verano pasado, con otras entidades, tienen una propuesta de parque arqueológico y paisajístico para el Aljarafe Norte, integrándolas con Itálica y el Carambolo.
En cuanto al PGOU, Apellániz admite cierta urgencia para elaborarlo, por la falta de vivienda a precios asequibles para que los jóvenes no tengan que salir del municipio, porque todo lo que había calificado está ya construido. Sin embargo, abogan incluso porque las 900 viviendas que Valencina podría hacer como máximo en ocho años según los límites del POTA (Plan de Ordenación del Territorio del Aljarafe) sean incluso menos, a tenor de la población que ya vive de hecho, pero no empadronada, en Valencina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario