18 jul 2009 ~ ~ Etiquetas: ,

El yacimiento de Valencina, en Radiópolis

La emisora Radiópolis organizó un coloquio sobre el yacimiento arqueológico de Valencina de la Concepción el pasado 24 de marzo, con varias reemisiones posteriores.
Vocalía de Comunicación. 04/07/2009

Dentro del programa La escuela que queremos, la emisora Radiópolis invitó a Goyo Rubio, Pedro López Aldana y Jorge Arévalo para realizar un coloquio acerca del yacimiento calcolítico de Valencina. Para dinamizar el encuentro, el interlocutor lanzó varias preguntas y propuso algunos temas, tales como "Los primeros encuentros", "Los dólmenes de Guzmán-Valencina", "¿Qué es el calcolítico?", "Concienciación"... Estas son algunas de las impresiones más destacables del encuentro radiofónico:


Jorge Arévalo, Presidente de la Asociación Los Dólmenes hasta mayo de 2009
El pasado histórico de Sevilla se encuentra en Valencina

Entró de lleno en la cuestión afirmando que se debe sacar adelante la investigación, y no sólo desde un pueblo de 7.000 habitantes. Sevilla debe participar comprendiendo que su origen se encuentra en el yacimiento de Valencina, una gran extensión de proporciones similares a la Isla de la Cartuja y el Parque del Alamillo juntos (unas 400 hectáreas).

El tamaño de esta gran ciudad del calcolítico se hace patente a través de sus dólmenes, enormes construcciones de gran longitud reconocibles en el paisaje por el túmulo que cubre el corredor interior. Opina que los dólmenes son el culmen de la manifestación de esa gran sociedad, aunque lo importante es descubrir el misterio de su cultura.

En respuesta al interlocutor, definió el origen de la palabra calcolítico, compuesta por "calco" que viene del griego "cobre", y "lítico" que significa "piedra". Se desarrolla en el tercer milenio antes de nuestra era, en una sociedad que recoge los conocimientos desarrollados en la industria de la piedra y los adapta a para fabricar los utensilios de cobre.

En Valencina se encuentran tres grandes tholoi y varios más en Castilleja de Guzmán, de los que sólo dos son visitables en la actualidad. Son grandes estructuras funerarias en forma de túmulo, con un corredor que lleva a una cámara circular, cubierta por falsa bóveda. El dolmen de La Pastora cuenta por ejemplo con un corredor de 46 metros de longitud. Si bien, es de destacar que el dolmen y su túmulo son en realidad un conjunto de enterramientos, como sucede en el dolmen Montelirio y las 18 estructuras que se encuentran encima.

La Asociación Los Dólmenes, comenta, realiza visitas interpretativas al yacimiento de Valencina, a parte, se pueden realizar también las visitas oficiales a los dólmenes y al museo de martes a domingo, de 10 a 14 horas, previa cita al teléfono 955720211. Incluso hay una empresa que organiza visitas a colegios.

En referencia a la concienciación, Jorge Arévalo apostó porque ese valor patrimonial se convierta en un pilar básico de los recursos económicos. En ese sentido, la Asociación Los Dólmenes le ha pedido al Ayuntamiento que se cree un servicio de arqueología para que ninguna excavación se pierda. Si bien valoró positivamente que nos encontramos en un momento agridulce por la incoación del expediente de Bien de Interés Cultural como Zona Arqueológica para todo el yacimiento, aunque ello no implica un desarrollo, solamente unas cautelas.

Por su parte, demanda la figura de Parque Cultural con dotación presupuestaria y un marco de investigación general para todo el conjunto, que en un triángulo de apenas 5 kilómetros de lado, aglutina al yacimiento calcolítico de Valencina; a Itálica, primera colonia fuera de Italia y cuna de emperadores; El Carambolo, santuario fenicio; Monasterio de San Isidoro del Campo, donde se hizo la primera traducción de la Biblia; y un paisaje sobresaliente de cornisa, con 89 especies de aves.

El papel que ha jugado el movimiento ciudadano, surgido a nivel local y en el Aljarafe, ha sido el que ha salvado el patrimonio del desastre. Aún así, demanda la preservación de la unidad patrimonial de Valencina en todas sus vertientes, con una planificación adecuada que implique el diálogo entre todas las partes.


Goyo Rubio, Excavador y artista plástico
Hace falta la implicación de otras administraciones

Llegó a Valencina sin apenas conocimiento, salvo en lo referente a los dólmenes. Los primeros acercamientos fueron con paseos para conocer la tierra. Actualmente participa en la difusión del yacimiento y participa en excavaciones arqueológicas.

Opina que los dólmenes forman un conjunto de monumento y santuario que va más allá de la función de enterramientos. Estos elementos singulares aglutinan muchas historias, desde todo lo que tienen que decir los autóctonos del lugar hasta la arqueoastronomía, que estudia las orientaciones de los dólmenes, como La Pastora hacia la estrella asirius, por citar algún ejemplo.

En cuanto al yacimiento en su globalidad, destaca que lo que encuentra debajo de Valencina es todo un poblado de hace 5.000 años de antigüedad del que apenas existe producción científica. Las excavaciones sólo ofrecen una lectura, en cuanto se realizan, se acabó -asiente con firmeza-. Ahora se excava porque hay que construir, sin dejar apenas tiempo para los proyectos de investigación.

Demanda la creación de una comisión local o comarcal de patrimonio, con dedicación exclusiva sobre el yacimiento, entendiendo como una unidad el conjunto que forman Valencina y Castilleja de Guzmán. Afirma que es demasiado yacimiento para tan pocos habitantes, por lo que pidió la implicación de otras administraciones, superando la salvaguarda que tenemos en la actualidad.

Para finalizar, concluyó su intervención animando a la gente a acercarse a algunas de las excavaciones que están en marcha, para así darse cuenta de primera mano de lo que realmente es el yacimiento.


Pedro López Aldana, Arqueólogo
La importancia de Valencina va mucho más allá de los dólmenes

Su primera intervención arqueológica la realizó en Valencina, la que le hizo decantarse por la Prehistoria y los misterios que encierra. Afirma que los dólmenes son una expresión del poder de un estado incipente formado en la Edad del Cobre, que dominaría el Guadiana, las costas de Cádiz y el medio-alto Guadalquivir.

El Calcolítico, opina, remite a una cuestión arqueométrica de items materiales, cuando en realidad se refiere a todos los elementos sociales que están por detrás, y que conformarían el modelo de estado social en el que nos encontramos. En Valencina hay una serie de cambios urbanos desde el Calcolítico inicial al final, con momentos de auge desde el 2.800 al 2.400 a.n.e, aproximadamente. Sin embargo, a partir de entonces, no se sabe qué sucede -añade con incertidumbre-. Aparece un momento de colapso y transformación social del que se desconocen los elementos que lo definirían, una carencia que evidencia que en Valencina se ha excavado muchísmo, pero no todo lo bien que el yacimiento requiere. Hay que tener en cuenta que los métodos y el interés científico de este tipo de excavaciones son distintos, acusando en algunas de ellas la falta de práctica en el periodo Calcolítico.

También hizo hincapié en la necesidad de examinar lo que se encuentra alrededor de los dólmenes, donde se ubican multitud de enterramientos. Citó un caso real para clarificarlo, el del Dolmen de Divina Pastora, sobre el que se asienta el Señorío de Guzmán. Solamente en el viario de la urbanización se detectaron más de 100 enterramientos, de los que sólo se excavaron cinco. Lo que pasó después se desconoce, lamentándose que siempre hay que estar a remolque de las exigencias de los constructores.

Para él, la concienciación es fundamental para que la sociedad asuma la importancia de ese bien patrimonial. Por ejemplo, bajando al terreno, si a un constructor le hablas de concienciación y se ríe en tu cara, comenta decepcionado, valorando a continuación que el día a día de la actuación arqueológica es una tarea ardua.

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