Las cuentas de Cultura entre 2010 y 2012 no dan para construir el centro de interpretación que se anunció, a menos que se tire de otras partidas genéricas de inversión.
El Correo. 31/10/2009. Felipe Villegas
Malos tiempos se avecinan, también, para la Cultura. La crisis ya no es que lo congele todo, sino que lo mengua, y los dineros públicos no iban a ser menos. Y claro, los compromisos se resienten y los planes se aplazan o, cuando menos, deberán dilatarse en el tiempo por mor de la realidad que nos circunda.
Viene todo esto a propósito de las cuentas de la Consejería de Cultura para el próximo año, que en sintonía con la recesión reinante sufrirán un serio retroceso inversor. Vamos, que caerán las inyecciones un 11,3% con respecto a las que ha disfrutado el sector en el año que pronto acaba.
Según los datos avanzados por el Gobierno andaluz, las inversiones de la Consejería de Cultura en 2010 no superarán los 143.465.666 euros, es decir, algo más de 18 millones de euros menos que en el ejercicio de 2009, en el que se han invertido 161.724.953 euros.
Ante tal panorama, toca revisar las partidas y los compromisos para ver de qué forma se verán afectados los proyectos en marcha o por comenzar en 2010. Y uno de ellos concierne al conjunto arqueológico de Itálica.
Con motivo del centenario de su declaración como Monumento Nacional en 2012, la consejería que comanda Rosa Torres anunció la puesta en marcha de un plan director con que darle al yacimiento romano localizado en Santiponce un plus de divulgación y puesta en valor, acaso su asignatura pendiente pese a los esfuerzos realizados, muchas veces con más imaginación que recursos.
Al calor de la efeméride reseñada se ha visto que es ya hora de que Itálica tenga, como otros conjuntos (el último, el de Medina Azahara), un centro de interpretación en condiciones en el que poder acoger a los visitantes y darles, antes del recorrido, unas nociones sobre el lugar. Entre otras cosas, claro está.
Pero eso cuesta dinero. Según se apuntaba en prensa a fines de 2008, algo más de un millón de euros. Y es aquí donde la realidad presupuestaria choca. Las cuentas de Cultura consignan para 2010, 2011 y 2012 tres partidas de 250.000 euros cada una en concepto de obras y actuaciones de conservación con cargo al Plan Itálica 2012.
La pregunta, a falta de que la consejera o su delegado provincial, Bernardo Bueno, expliquen los pormenores de los presupuestos en unos días, es si con estas partidas se podrá dar el cambio trascendente que exige Itálica para pintar mucho más de lo que debería por importancia.
Siguiendo en Santiponce, se deberá explicar por qué un año más se eternizarán las obras de reforma -y eso que existe un proyecto interesante para dinamizarlo- en el Monasterio de San Isidoro del Campo, para el que hay unos raquíticos 35.000 euros.
Y habrá de aclararse otro misterio: dónde se encuentran partidas, hasta ahora siempre visibles en cada presupuesto, de las aportaciones al consorcio del Teatro de la Maestranza y a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. No hay rastro de ellos, como tampoco lo hay de la consignación a la Fundación Barenboim, y eso que se rumorea que de ella va a depender a partir de ahora la Orquesta Joven de Andalucía (OJA)...
También es de suponer que los editores andaluces pidan explicaciones porque de los 1,5 millones con que se les apoyó en 2009, en 2010 hay sólo 400.000.
Pero no todo son dudas. El Centro Logístico del Patrimonio Cultural -la vieja fábrica de San José de la Rinconada que se está rehabilitando y ya debería haberse estrenado como contenedor de materiales arqueológicos- podrá abrir con los 600.000 euros que recibirá en unos meses.
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