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Diario de Sevilla. 29/01/2010. Diego M. Díaz Salado
En una colina repleta de ruinas flanqueadas por altos cipreses, el estigma romántico nos invade acechándonos con una inevitable visión derruida del espacio. Nada más lejos de la realidad, porque Itálica se levanta como paradigma de la conservación patrimonial, un lugar donde la ruina desprende fortaleza, un enclave donde el abandono jamás fue tal, un yacimiento cuyos restos documentan un tiempo inmemorial.
Corría el año 206 antes de Cristo y Escipión el Africano, tras derrotar a los cartagineses en la batalla de Ilipa (Alcalá del Río), estableció un destacamento de legionarios en las alturas de un cerro de la actual Santiponce. Prosperaría hasta convertirse en una urbe privilegiada de la Hispania romana, incluyendo moradores de la talla de nada menos que dos emperadores, Adriano, que incluso nació aquí y Trajano. Incluso consiguió el rango de colonia, ciudades que administrativamente se comparaban con la metrópolis romana.
Dos milenios después, Itálica conserva el aura que tuvo, una ciudad que ha sido testigo al paso del tiempo y de las civilizaciones. "Itálica lleva 300 años de excavaciones, un yacimiento referente en España, donde no existe otro igual", según destaca Sandra Rodríguez de Guzmán, directora del conjunto arqueológico. Y es que las primeras búsquedas de restos en la colina poncina se remontan a finales del siglo XVIII, al tiempo que las míticas Pompeya y Herculano también comenzaban a excavarse.
Unas labores que después de tres siglos no cesan, y que continuamente arrojan nuevos descubrimientos. "Se han realizado nuevas excavaciones en la parte alta de la colina, junto al teatro", indica Rocío Izquierdo de Montes, una de las arqueólogas del conjunto. Estas obras se centraron con la zona más antigua del asentamiento y se iniciaron en 2007, por los propios técnicos de Itálica y especialistas unidos al equipo de trabajo. "Se estuvo investigando dentro de un solar donde se iniciaron obras para ampliar el mirador del teatro, se hizo la intervención y se encontraron restos", añade Rocío. Una muralla de finales del siglo II a.C., edificios de la época romana más antigua o la cabeza de una diosa con diadema, el hallazgo con mayor repercusión, han sido los descubrimientos más destacados de la última intervención.
"La muralla está construida en adobe, con un forro de piedra que fue expoliado en la antigüedad. Justo delante de la muralla existió un foso defensivo", tal y como explica la arqueóloga. Además estas excavaciones han confirmado la existencia de un edificio construido en la época de Adriano. "Era una gran construcción pública de culto, ubicado en una zona preeminente de la ciudad, sobre la colina, junto al teatro, la primera visión de Itálica si llegamos desde la antigua Hispalis. Tendría una decoración rica en esculturas". Entre los elementos decorativos destacaría la Cabeza Diademada, "el más mediático de los hallazgos", descubierto en enero de 2008. Esta escultura está expuesta temporalmente en el Museo Municipal Fernando Marmolejo de Santiponce.
Otro de los hallazgos destacados fue la cabeza de león que salió a la luz en 2009, durante unas labores de limpieza del conjunto. "Dentro de un edificio tan expoliado como es el Traianeum, al levantar una de las columnas, se encontró este elemento figurativo bajo un trozo de mármol, explica Sandra.
Pero los proyectos de futuro italicenses no obvian otras materias de vital importancia para este paisaje romano. Con la nueva Ley de Patrimonio resulta de obligado cumplimiento la redacción de un plan director en los conjuntos arqueológicos. Para Sandra, "el documento de avance contiene un completo estudio, que comprende la protección de los paisajes para su uso público y entre otros muchos aspectos, pretende resaltar las cualidades ecológicas de Itálica". Una idea sostenida gracias al valor natural de la laguna ubicada junto al anfiteatro, que permanece llena durante todo el año y en la que habitan ejemplares de calamón, gallineta y focha común. Razones que avalan la propuesta de combinar la excelencias patrimoniales y ecológicas de la zona.
Durante el pasado 2009 fueron más de 168.000 los visitantes que disfrutaron de las 116 hectáreas declaradas Bien de Interés Cultural, el área con edificaciones romanas visitables más extensa de Andalucía. Un conjunto arqueológico donde se han cifrado más de 600 epígrafes y que contiene unos 150 mosaicos, además de albergar el tercer anfiteatro de mayor capacidad de todo el imperio romano, con un aforo aproximado de 25.000 personas.
Estas cifras confirman la importancia patrimonial de un lugar donde la ruina goza de todo su valor y donde, gracias a sus calzadas y geografía urbana representada, nuestra imaginación puede viajar en el tiempo y aterrizar junto a nuestros ancestros latinos. Aquéllos que convirtieron a Itálica en el primer asentamiento romano de la Península, hoy día centro neurálgico del patrimonio de nuestra provincia.
Una apasionada de la conservación de Itálica
SANDRA RODRÍGUEZ Aunque hija de padres españoles, Sandra Rodríguez de Guzmán Sánchez nació en Lima (Perú), y a los siete años se trasladó hasta España. Madrid fue su primer destino en la Península Ibérica, hasta que dos años después llegaría hasta la ciudad donde ha permanecido hasta entonces, Sevilla. Su pasión por la lectura la llevó hasta un ferviente interés por la historia, y especialmente por la arqueología, carrera que cursó en la Universidad Hispalense. "A pesar de que mis padres no estaban muy convencidos con mi elección". Como estudiante inició sus visitas al conjunto arqueológico de Itálica, e incluso participó en el primer campo de trabajo internacional que se celebró en las ruinas romanas, en 1985.
"Siempre he tenido mucho interés por los yacimientos, y luego por Itálica en concreto, ya que estoy ligada profesionalmente al conjunto". En 1990 inició sus trabajos en la Delegación de Cultura. Posteriormente pasaría a la Dirección General de Bienes Culturales, para luego llegar al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, el paso previo para aterrizar en el Conjunto Arqueológico de Itálica, que preside desde el año 2005.
"Estoy viviendo una experiencia magnífica, que me ha servido para aplicar todo lo aprendido en otros sitios, en materia de protección, conservación, documentación o difusión del patrimonio", según relata esta apasionada por los restos arqueológicos que nuestros antepasados legaron.
1 comentario:
Señora Sandra con todos mis respetos, nadie niega que sea un apasionada de la Arqueología pero deje a los investigadores hacer su trabajo en Andalucía.
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