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Los poetas serranos de la Asociación Literaria Huebra celebraron el solsticio de verano junto al cromlech de Rosal de la Frontera.
Desde hace tres años, los poetas de Huebra se citan en un lugar mágico de la comarca serrana para celebrar la llegada del verano, en el que la luz influye en los ritmos creativos de la naturaleza y en el fluir de las aguas. Primero fue en las Canteras de Fuenteheridos, después en las de Santa Ana la Real, y este año en el cromlech de Rosal de la Frontera, excepcional monumento megalítico formado por seis menhires, dos mayores y cuatro menores, hincados en el suelo formando un círculo, situado en La Pasá del Abad, junto a la carretera N-433 de Sevilla a Lisboa.
Los poetas contaron desde el primer instante con los permisos y apoyos del Ayuntamiento rosaleño, acostumbrado a acoger encuentros literarios en torno a la figura del poeta Miguel Hernández. La nueva concejala de Cultura, Lola Carretero, se desplazó hasta el lugar para saludarles y compartir con los poetas algunas de las mágicas lecturas que, bajo la luz de la luna, devolvieron al cromlech su carácter iniciático y ritual. Poco a poco el carácter festivo literario del encuentro fue creciendo, mezclando los versos con canciones y guitarra hasta altas horas de la madrugada.
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