18/08/2011. ABC.
Según ha informado hoy José Julián Barriga, portavoz de una plataforma de vecinos del municipio, los firmantes de la declaración muestran su inquietud por los riesgos en que se encuentran los tres yacimientos, inventariados en la Carta Arqueológica de Extremadura y protegidos por la ley del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura de 1999.
Los yacimientos situados en la falla de Araya y, según estos vecinos están afectados gravemente por la ampliación de la cantera de áridos "Villaluengo I".
Los arqueólogos se suman así a la iniciativa llevada a cabo por la Asociación Extremeña de Defensa de la naturaleza (ADENEX), que recientemente a denunciado la situación ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
Según los conservacionistas, los dos importantes yacimientos arqueológicos del Calcolítico están siendo alterados y sufriendo daños "irreparables".
Los firmantes llaman la atención de la distintas administraciones públicas y de las instituciones en general sobre la necesidad de conservar y defender el patrimonio histórico y cultural como símbolo del desarrollo cultural y cívico de toda sociedad.
Asimismo, resaltan "el contrasentido" de que, en tanto los servicios de Industria y Minería de la Junta de Extremadura han aprobado la ampliación de la citada cantera, el Departamento de Patrimonio Cultural tramita un proyecto de investigación y excavación de los yacimientos a cargo de un equipo de arqueólogos del Instituto Extremeño de Arqueología con sede en Mérida.
Según Jose Julián Barriga, a la relación de catedráticos e investigadores, conservadores de museos nacionales se están uniendo otras adhesiones que continúan recibiéndose para tratar de evitar los daños que ya han sufrido los yacimientos de Garrovillas de Alconétar.
Entre los firmantes de la nota de defensa de los yacimientos figuran profesores y expertos de universidades como la Complutense de Madrid, Sevilla, Santiago de Compostela, Alicante o Alcalá de Henares, así como de expertos del Museo Arqueológico Nacional, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas o del Instituto de Arqueología de Mérida. EFE
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