Arranca la última fase de excavaciones en el Patio de Banderas. El origen de la ciudad aguarda a ser por fin desvelado.
19/08/2011. ABC.
En sólo unos días, los arqueólogos, con el profesor Miguel Ángel Tabales a la cabeza, regresarán al Patio de Banderas para acometer, por mandato y con financiación del Patronato del Real Alcázar, la última fase de excavaciones, unos 177 metros cuadrados de extensión en el sector meridional de la plaza —entre la fuente y la zona que linda con el Apeadero del Real Alcázar—. Los expertos juzgan clave y definitivo este sondeo para resolver el misterio mismo de la génesis de la propia ciudad.
Del Patio de Banderas se han excavado en los últimos años sus tres cuartas partes, restando sólo la zona que ahora se abordará. Los hallazgos producidos dentro del programa de investigaciones arqueológicas que periódicamente afronta el Alcázar y que lidera Tabales han sido especialmente fructíferos y notables, tanto como para plantear, como se ha hecho, la posibilidad de crear una cripta visitable por el público, pero el yacimiento puede aún dar mucho más de sí. Sobre todo en lo tocante a los límites y orígenes mismos de la urbe.
Y es que en el último sondeo los arqueólogos se quedaron con la miel en los labios porque no tenían suficiente estrato en el corte como para corroborar su hipótesis de trabajo: que justo debajo de la fuente que ornamenta el Patio de Banderas podrían hallarse los primeros vestigios de la muralla romana republicana de la vieja Híspalis (siglo I a.C).
No por menos, entre la batería de incógnitas que los profesionales esperan resolver, este asunto figura como una prioridad. «Esperamos detectar algún vestigio de amurallamiento que pudiera estar vinculado al desnivel natural que ya detectamos en las inmediaciones de la fuente del Patio de Banderas. El muro de «opus quadratum» podría formar parte del sistema defensivo de la ciudad en época tardorepublicana. Es una especulación razonable dada su ubicación y aparejo. Sólo la nueva excavación detemrinará bajo la fuente si dicha hipótesis es correcta. No es un dato cualquiera, pues de confirmarse definiría la primera localización del límite de la urbe romana en la zona meridional de Hispalis», razona Tabales.
«En la excavación de 2010 se localizó el punto exacto de lo que creemos es la depresión en el terreno natural, precisamente debajo de una gran estructura romana de sillares situada en las inmediaciones de la fuente», agrega el director de los trabajos, que no descarta que, más allá de los niveles romanos más iniciales, puedan localizarse restos preorientalizantes y turdetanos. No sería descabellado dado que en 2009 y 2010 se localizaron fosas-cocina, restos óseos y cerámicas del periodo prehistórico (IX al VII a.C.).
Los sondeos alcanzarán, como en el resto de cortes, los seis metros de profundidad, suficiente como para agotar la estratigrafía. Esta última fase tiene previsto un plazo de ejecución de unos cinco meses y cuenta con un presupuesto de 235.790,83 euros. Durante las obras aprovechará Urbanismo para restaurar la fuente, afectada por múltiples filtraciones.
Otro Antiquarium es posible
El programa de excavaciones pretende tres cosas: lo primero, conocer más y mejor Sevilla en una zona clave porque su subsuelo está virgen desde el siglo IX a.C. hasta el XI; segundo, plantear la posibilidad de abrir una cripta arqueológica visitable por el público. Sería un Antiquarium como el de la Encarnación pero más limitado en extensión, que no en interés. Tabales y su equipo lo tienen claro: hay elementos lo suficientemente potentes como para plantear la operación, que eso sí, sería muy costosa y debería sortear el contratiempo de que Patrimonio Nacional haya cedido a la Asociación de la Prensa la casa del nº 15 del Patio de Banderas, justo donde se planteaba hacer el centro de recepción de visitantes y la entrada a la cripta. El tercer objetivo es dejar la plaza emergente tal como la disfrutamos a diario.
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