20/09/2013. Diario de Sevilla.
El Grupo de Investigación De la Turdetania a la Bética de la Universidad de Sevilla analiza en el Proyecto de Investigación Sociedad y Paisaje: Alimentación e Identidades Culturales en Turdetania-Bética (Siglos VIII a.C. - II d.C.) los hábitos culinarios de las sociedades que habitaban el Bajo Guadalquivir con el objetivo de identificar pautas culturales y étnicas en la alimentación de las comunidades que habitaban la región entre los siglos VIII a.C. y II d.C., entre los que destacan el consumo de aceite de oliva y otras grasas animales.
En colaboración con otros investigadores de la Facultad de Química de la Universidad y del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (CSIC-Universidad de Sevilla), se han realizado analíticas para conocer el contenido y la procedencia de las vajillas de mesa y los envases de transporte. El profesor titular de Arqueología de la Hispalense, Eduardo Ferrer, ha señalado que "se quiere constatar e identificar recipientes y contenidos". Así, añade que "estas comunidades eran muy conservadoras, y tan sólo con la aportación de nuevas poblaciones se han detectado cambios en la dieta".
Además, ha señalado que "a partir de la conquista cartaginesa (237 a.C.), y sobre todo después de la II Guerra Púnica, hacen su aparición vajillas de preparación de alimentos que sugieren la introducción de la fritura cocinada con aceite de oliva y otras grasas animales frente a las gachas, que era el alimento más frecuente antes de su llegada".
Del estudio ha trascendido que la carne era un bien preciado que sólo se consumía en momentos puntuales. Así, Ferrer indicó que "se come, en proporción, mucho animal de caza y parece que el consumo de carne de animal doméstico en época prerromana estaba ligado a la celebración de sacrificios rituales en determinadas época".
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