19/09/2016. ABC.
El monasterio de San Isidoro del Campo reabrió sus puertas la pasada semana un mes después de que unos ladrones se llevaran valiosos paños de azulejos de Niculoso Pisano. La reapertura se produjo después de que la titular de Cultura, Rosa Aguilar, compareciera la pasada semana en el Parlamento andaluz y culpara de todo a la empresa de seguridad y, más concretamente, al vigilante. Ayer el presidente de la Asociación Pisano, Jesús Marín, aseguró que la Junta de Andalucía se ha limitado a «tapar» la superficie robada y poner una nueva cámara encima. Y recordaba que el personal de seguridad era el mismo que antes del robo, algo que ya quedó claro tras la comparecencia de Aguilar que en ningún momento anunció más vigilantes para el monasterio sino únicamente más cámaras de videovigilancia.
Por tanto, los medios humanos para vigilar el monasterio siguen siendo los mismos que antes de que se produjera el robo. «Cuando llegué una trabajadora me abrió la puerta y luego ella se quedó allí. La visita sigue siendo por libre», dijo Marín insistiendo en la falta de seguridad en un monumento que además está catalogado como Bien de Interés Cultural. Y también en que los fines de semana sigue cerrado.
Según la citada asociación, la Junta de Andalucía ha tapado con plástico blanco la superficie robada y ha cubierto la madera con una mampara de madera de casi cuatro metros. Así no se ve el hueco de lo sustraído. Pese a ello, desde la asociación insisten en que han sido dos los paños sustraídos (y no cuatro como dijo la consejera de Cultura en el Parlamento) y que el robo fue perpetrado por especialistas.
Ayer desde la Guardia Civil que, junto con la Policía Autonómica se encarga de la investigación, se insistía en el mismo hermetismo y no se facilitaba ningún dato. Sólo que el ladrón o ladrones aún no se han identificado. Un hecho que resulta llamativo si se tiene en cuenta que la propia consejera de Cultura dijo en el Parlamento que las cámaras habían grabado imágenes del robo y que esa grabación se remitió a los agentes para esclarecer los hechos. Pese a esa falta de datos sobre las pesquisas, la asociación tiene la teoría de que el ladrón o ladrones son «especialistas» y que podrían ser los mismos que llevaron hace unas semanas otro robo en la iglesia de San Pedro de Sanlúcar la Mayor donde sustrajeron azulejos del mismo tipo. «Quizás haya interés comercial de algún coleccionista o empresario en este tipo de azulejería» sostenía Marín.
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