Casiodoro de Reina tradujo la Biblia al castellano en 1569, lo que le valió la persecución de la Inquisición.
20/01/2019. Hoy. Antonio Gilgado
Emilio Monjo nació en Monesterio hace 65 años en una familia rural tradicional. A los catorce empezó a leer la Biblia e inició su camino por el protestantismo. Hoy ejerce de pastor en Sevilla, se sacó el doctorado en Filosofía por la Universidad de esta ciudad y dirige el Centro de Investigación y Memoria del Protestantismo Español.
La Reforma del siglo XVI tiene su origen en la Alemania de Lutero, pero en España también hubo quien se levantó contra el orden controlador del Vaticano.
Monjo trata de rescatar del olvido a algunos españoles que lo hicieron, como Casiodoro de Reina (1520-1594), un monje de Montemolín del siglo XVI que firmó la primera traducción de la Biblia al castellano a partir de los textos hebreos y griegos.
Acaba de aparecer en un sello de Correos y en su Montemolín natal le han dedicado una calle
Editó la obra en 1569 y coincidiendo con el 450 aniversario historiadores y protestantes tratan de sacarlo del ostracismo. De esta Biblia, explica Monjo, se han editado millones y millones de ediciones y es la más utilizada entre los protestantes actuales de lengua hispana.
La aventura de Casiodoro arranca en Montemolín en 1520 pero muchos estudiosos desconocen su origen extremeño porque en esa época este pueblo del sur de la provincia de Badajoz pertenecía al arcedianato de la catedral de Sevilla.
Ingresó como monje jerónimo en el Monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce, Sevilla. En sus primeros años de vida religiosa estudia en profundidad los evangelios y concluye que coincide en muchos de los planteamientos de la Reforma que encabezan en Europa Calvino y Lutero. Algunos monjes de este monasterio entienden que el cristianismo tradicional se rompe con el Papado. La Inquisición descubre sus planteamientos y huyen para evitar la hoguera.
Se instala en Ginebra y se lleva al exilio a sus padres y a su hermana para salvarles la vida. A los pocos años salta a Londres, donde inicia la traducción. Hasta ese momento, los libros del Antiguo Testamento se editaban en hebreo o arameo y los evangelios del Nuevo, en griego. Los protestantes querían que la doctrina llegara a la gente, por eso proponía traducciones a las lenguas modernas. Lutero, por ejemplo, la reescribió al alemán mientras se encontraba recluido en el famoso castillo de Wartburg.
La Inquisición persiguió y quemó en la hoguera a todos los que en España usaran los textos sagrados en otro idioma que no fuera el griego o el hebreo. Para Emilio Monjo esta historia demuestra que los protestantes españoles no se formaron en el extranjero, sino que se convirtieron en España. «Eran muy españoles y amaban su país».
Sin embargo, el discurso sobre un movimiento religioso foráneo se ha mantenido hasta la actualidad. De Casiodoro nunca se habló en su pueblo y ahora reparan el olvido poniéndole una calle.
Las investigaciones históricas han despertado el interés, como han constatado en el Centro de Investigación y Memoria del Protestantismo Español. Según Monjo, poco se sabe de la importancia en la expansión europea de las principales familias judeoconversas de Extremadura.
Figuras destacadas como Marcos Pérez -Segura de León-, o Cipriano de Varela -Fregenal- llegaron a la jerarquía del protestantismo. Casiodoro se centró en la traducción. Empleó diez años y partió de la versión del Nuevo Testamento que hizo otro protestante español, Francisco de Enzinas.
Por su origen judío, Casiodoro tenía mucho conocimiento del hebreo y en sus estudios religiosos profundizó en el griego, lo que le permitió afrontar por completo todos los textos bíblicos para llevarlos al castellano. La Inquisición, que no pudo detenerlo, lo quemó en efigie, echando a la hoguera un maniquí con su nombre.
Anónimo
Casiodoro murió en Francfort en 1594 y según Monjo -que ha traducido algunos textos suyos del latín- en su periplo como pastor protestante por Europa nunca fue reconocido. La Reforma cristalizó en movimientos religiosos nacionales como el anglicanismo de Inglaterra o el calvinismo de los Países Bajos. A un español lo veían casi como un advenedizo, aunque hizo lo mismo que Lutero, traducir la Biblia a la lengua de su país y levantarse contra la opulencia del Vaticano en esa época.
En el Centro de Investigación y Memoria del Protestantismo Español esperan que este 2019 sirva para que se conozca más el legado de unos monjes que quisieron vivir como los cristianos primitivos. «No solo es un desconocido por los extremeños, incluso entre los protestantes se ignora la aportación que se hizo desde España a nuestro siglo XVI». Casiodoro tiene desde la semana pasada un sello de Correos, en Montemolín se han colocado algunos carteles conmemorativos en los balcones y ultiman una exposición pública para que la gente conozca su historia. 450 años después se convierte en un personaje histórico.
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