Tras el estudio de un plan ampliado por el gobierno local, la conclusión es que las joyas no estarían seguras en el Consistorio
20/02/2015. Diario de Sevilla.
La Comisión de Bienes Muebles, órgano dependiente de la Junta de Andalucía y formado exclusivamente por expertos, volvió a reunirse ayer para emitir un nuevo informe sobre la oportunidad de exhibir el Tesoro del Carambolo original en el Ayuntamiento de Sevilla. Éste es un empeño del alcalde de la capital, Juan Ignacio Zoido, para conmemorar el 50 aniversario de la adquisición de dichas joyas por parte del Consistorio. Según ha podido saber este periódico, el dictamen ha sido de nuevo negativo, al considerarse que existen importantes lagunas que no garantizan la seguridad de las joyas, a pesar de que el Ayuntamiento presentó un plan ampliado y revisado.
Esta segunda reunión se produjo tres semanas después de que los mismos especialistas ya se pronunciaran en contra al considerar que no se daban las suficientes medidas de seguridad, una postura que sirvió al Gobierno andaluz para vetar la muestra, con el consiguiente enojo para el primer edil hispalense, que acusó a la Junta de boicotar los proyectos para la ciudad y de haber omitido dos informes más que hubieran sido necesarios para que los expertos pudieran realizar una evaluación más rigurosa de este asunto.
En concreto, esta documentación llegó a la Junta de Andalucía el mismo día que se reunían los técnicos, horas antes, por lo que fue imposible que tuvieran conocimiento de ella. La Consejería de Cultura explicó que se requiere un día para que el papeleo que entra por registro llegue al servicio concreto, pero Zoido insistió en ver una actitud negligente por parte del Gobierno andaluz, al que acusó de ocultar estos datos. Documentos -por cierto, la Junta aseguró que llegaron sin protección pese a ser confidenciales- que ampliaban el plan inicial presentado, corrigiendo algunos defectos, por ejemplo, aportando un plan de evacuación. Esta ampliación fue bendecida por la Subdelegación del Gobierno tres días después de que se emitiese el dictamen desfavorable del Consejo Andaluz de Patrimonio Histórico y no llegó hasta el Ayuntamiento hasta 12 días después, en concreto, el 6 de febrero, fecha inicial prevista para inaugurar la muestra. Dicho informe dio por válido el plan municipal de seguridad que, además, incluía detalles como la presencia en la Plaza Nueva de un vigilante de seguridad con arma y otro sin arma, ambos con servicio de 24 horas.
Ante la polémica originada, esta comisión volvió a reunirse ayer para evaluar de nuevo toda la documentación, pero concluyó de nuevo que la seguridad sigue sin estar garantizada en el nivel necesario para una muestra de este calibre. El Tesoro del Carambolo está compuesto por 21 piezas de oro de 24 quilates de un valor incalculable, labradas entre los siglos VII y VIII antes de Cristo y, sólo a efectos de seguros, están tasadas en más de 16 millones de euros. En la primera reunión se pusieron de manifiesto los riesgos que añadían la propia ubicación de la exposición, en el centro de Sevilla y en una época de gran afluencia de público, y el enclave elegido, una sala baja del Consistorio que obliga a un recorrido del público por numerosos espacios con vanos y accesos difíciles. Por ello, ofrecieron dos alternativas: celebrar la exposición en el Museo Arqueológico, hasta donde se trasladaría el tesoro original que se custodia en una entidad bancaria, o exhibir en el Consistorio una de las réplicas de Fernando Marmolejo.
Según ha podido saber este periódico, a la hora de emitir el dictamen varios de los asistentes a dicha reunión se ausentaron para borrar cualquier sospecha de que el informe pudiera tener una lectura política, entre ellos Fernando Amores, que ya fue nombrado comisario de la muestra por parte del Ayuntamiento; Benito Navarrete, que formaba parte de dicha comisión antes de ser nombrado director general del gobierno de Zoido; y la directora del Museo Arqueológico, gestionado por la Junta.
Dicho informe no es vinculante, pero sirve a la Consejería de Cultura para oponerse a la exposición, que debe contar con el visto bueno de las tres administraciones implicadas en la custodia del Tesoro del Carambolo: el Ayuntamiento, como titular de las joyas; la Junta, como gestora del Museo Arqueológico y depositaria de las joyas; y el Ministerio de Cultura, del que depende ese espacio y que habría dado su sí, pero condicionado a que no haya informes técnicos contrarios.
El gobierno de Zoido no quiso pronunciarse ayer sobre el segundo dictamen de los expertos hasta conocer con detalle el acta de la reunión. Desde ambas administraciones se optó por la prudencia y, en concreto, desde la Junta se insistió en respetar la decisión de los especialistas para salvaguardar en todo momento la seguridad de un importante patrimonio y, de momento, cuenta con varios informes desfavorables.
Desde que trascendió el primer informe contrario, el alcalde ha estado insistiendo en la necesidad de que mediara en el conflicto la propia presidenta Susana Díaz, ante la imposibilidad, según él, de poder dialogar con el consejero del ramo, Luciano Alonso. Zoido ha estado repitiendo estas últimas semanas que el veto de la Junta a la exposición, prevista en el umbral de la campaña electoral, es incomprensible, a pesar de que no es la primera vez que se deniega el permiso solicitado por el Ayuntamiento de Sevilla. La última vez fue en 2011, en el tramo final del tercer mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín, que quiso exhibir el tesoro en la Encarnación.
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