21 may 2021 ~

Descubren restos humanos y un ajuar de 4.000 años de antigüedad en el yacimiento de Los Caños de Meca

 Los arqueólogos valoran este hallazgo afirmando que podrán conocer cómo vivían las sociedades que habitaban la costa gaditana desde el siglo II a.C. hasta nuestros días

La UCA presenta el resultado de sus investigaciones en el yacimiento de Los Caños en el cual se destaca unas termas romanas del siglo I a.C. en perfecto estado de conservación

20/05/2021. La Voz Digital

Desde principios de mayo, Barbate ha centrado las miradas de expertos y curiosos tras descubrirse restos arqueológicos de gran valor patrimonial en la playa de Marisucia de los Caños de Meca. Junto al Faro de Trafalgar. Unas misteriosas estructuras eran desenterradas por el grupo HUM-440 de la Universidad de Cádiz. Éstas fueron identificadas como termas romanas del siglo I a.C. las cuales presentan un estado de conservación «excepcional» gracias a la protección de las dunas. Las estructuras alcanzan los 4 metros de altura y, a pesar de contar con varios siglos de antigüedad, mantiene las formas de los arcos, planta, puertas y ventanas.

Necrópolis de 4.000 años de antigüedad

Las playas de Los Caños de Meca siguen albergando misterios que comienzan a resolverse. Durante un recorrido realizado por los arqueólogos, el mediodía del 20 de mayo, han desvelado el descubrimiento de una fosa, ubicada en las proximidades del Faro de Trafalgar, que data de principios de la Edad del Bronce.

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Los investigadores de la UCA, a partir de estudios previos de 1998, realizaron una cata en la que participaron los alumnos del Máster de Patrimonio. Aprovechando el proyecto existente, se solicitó una excavación que terminaría por descubrir una apertura completa en el terreno que resultó ser la mencionada fosa. Gracias a la misma se encontraron restos humanos que procedían de la Prehistoria.

En su interior, se halló un corredor y al fondo una cámara funeraria de 3 metros de diámetro. Concretamente, esta necrópolis se compone de siete cadáveres; seis mujeres y una niña. Los restos tienen una antigüedad aproximada de unos 4.000 años, por lo que se datan a comienzos de la Edad del Bronce.

Los huesos y dientes hallados se encontrarían en «un estado perfecto de conservación», por lo que será posible realizar análisis de ADN para comprobar la consanguineidad, así como estudios de isótopos para conocer la dieta y aventurarse a dibujar las formas de vida y costumbres de los habitantes de la costa gaditana desde el siglo II a.C.

El ADN podría llegar a revelar la procedencia o el origen de los cuerpos enterrados, como sucedió con el hallazgo de la Loma del Puerco (Chiclana) en la que se determinó que el origen de los restos encontrados en tumbas era del norte de África. Del mismo modo, estas muestras genéticas podrían dar pista del color de pelo y ojos e incluso posibles enfermedades hereditarias.

Un ajuar con piezas de oro puro

«Estamos realizando una serie de analísticas, hemos empezado con pruebas de carbono 14 y creemos que en un mes llegarán los resultados», comenta Eduardo Vijande Vila, profesor titular del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la UCA. Estas investigaciones se están llevando a cabo en un laboratorio de Florida y podrían aproximarse, en caso del desgaste de los dientes y de los huesos, si se tratan de individuos que murieron por causa natural o no.

Asimismo, además de las muestras humanas, los arqueólogos han hallado un ajuar con elementos de adorno personal entre los que destacan piezas de oro y níquel. Concretamente, la joya más preciada por los descubridores la compondría un pendiente de oro «de gran pureza». Un hallazgo excepcional que pertenecería a finales de la prehistoria.

Los estudios sobre el terreno proseguirán ya que la UCA mantiene la hipótesis de que la tierra estaría cubriendo una necrópolis de gran proporción en las playas de Barbate. «Estamos en un enclave único, por lo que quizás esta zona se estableció como tributo para sus seres queridos».

La necrópolis se erige la pieza histórica más antigua descubierta, hasta la fecha, dentro del yacimiento de Los Caños de Meca. Este yacimiento está compuesto por la terma romana, una torre de la Edad Media, el paso de la calzada romana, una factoría de salazón y una piscifactoría. Por tanto, en el Tómbolo de Trafalgar se condensan vestigios que se remontan desde la Prehistoria hasta la época moderna. Los descubrimientos «solo acaban de comenzar», afirman los arqueólogos.

Proyecto Arqueostra

Todos estos hallazgos partieron del proyecto Arqueostra. Darío Bernal Casasola, catedrático del departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz, es codirector de este estudio promovido por la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad financiado con fondos FEDER que nace «para indagar los orígenes de la ostricultura en Andalucía», una práctica que iniciaron los romanos en la comunidad y en Marruecos.

Este fin dirige las investigaciones hacia Barbate, «lugar de esteros en el que se ubica el único vivero de acuicultura que conocemos hoy en día», justifica el profesor. Más de una veintena de profesionales, pertenecientes al grupo HUM-440 del Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (Labap), trabaja desde hace dos campañas en las inmediaciones del Cabo de Trafalgar.

Previamente, la UCA realizó una evaluación integral de todas las evidencias patrimoniales existentes, tanto en el Tómbolo y en el Cabo de Trafalgar como en la playa de Los Caños de Meca.

En este sentido, el Consistorio ya tenía constancia de la existencia de un yacimiento histórico en Los Caños. En 1977 el arqueólogo Fernando Amores Carredano halló unas construcciones que fueron inmediatamente tapadas. Sin embargo, un temporal las dejaría descubiertas a principios de la década de los 90 protegiéndose, de nuevo, con la misma arena.


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